L D (EFE) Diego Lara y Silvestre Puertas, dos de los concejales del PSOE de Marbella, han anunciado que retirarán su apoyo a la moción de censura contra el alcalde de esa localidad malagueña, Julián Muñoz, presentada por los concejales del GIL, del PSOE y por los andalucistas. La decisión de los dos concejales, que comparecieron en conferencia de prensa para explicar sus motivos, no impedirá que prospere la moción de censura contra Julián Muñoz, ya que esta iniciativa tiene el apoyo de ocho ediles del GIL, de otros tres concejales socialistas (el PSOE cuenta con cinco) y de otros tres andalucistas, es decir de catorce de los 27 ediles, lo que supone mayoría.
Lara y Puertas descartaron dimitir como concejales y aseguraron que en ningún caso respaldarán la moción de censura, sino que se abstendrán o votarán contra ella. Durante la rueda de prensa, los concejales dieron a entender que alguien de su grupo municipal, probablemente la portavoz, Isabel García Marcos, les había hecho creer que la moción contaba con el apoyo de la dirección del PSOE en Madrid, que sin embargo se ha descolgado con un expediente de expulsión a sus cinco concejales en Marbella si no cambiabao de actitud. Esta misma teoría es la que maneja el secretario de Política Municipal del PSOE, Álvaro Cuesta, que ha confirmado que está “haciendo gestiones para que alguno más retorne a la disciplina de partido”, lo que impediría que triunfara la moción de censura.
Sobre Isabel García Marcos, Álvaro Cuesta ha dicho, en declaraciones a Efe , que su conducta es “injustificada” y admitió que, aunque se lo pidan, ya saben que no retirará su firma de la moción de censura, por lo que Cuesta le ha pedido “que devuelva el escaño”. El secretario de Política Municipal del PSOE también ha explicado que Silvestre Puertas, un “histórico del partido”, le ha confesado por teléfono que “se sentía avergonzado, coaccionado y engañado por la portavoz García Marcos y que pedía retornar a la disciplina de la organización”. A juicio de Álvaro Cuesta, Silvestre Puertas tomó la decisión de retornar cuando “tuvo conocimiento claro de que el Partido Socialista desautorizaba la moción y decidió separarse de ella, retirar su firma y hacerlo público”, por lo que parece claro que, según su punto de vista, Isabel García Marcos hizo creer a su equipo que la dirección del PSOE apoyaba dicha moción.
El secretario de Política Municipal del PSOE también dijo que el Partido “tiene sospechas” de que el comportamiento de los ediles “no está basado en razones políticas” sino que “lo atribuimos a una deslealtad y a una indecencia política, es una actitud escandalosa, insuficientemente justificada y sin el más mínimo apoyo político” y consideró que es el momento de proceder a una investigación de oficio por parte de la Fiscalía Anticorrupción. Cuesta reiteró que la moción “es una violación del Pacto Antitransfuguismo” y supone, además, “una desatención a las instrucciones precisas que el PSOE de Málaga habían dado para que no secundaran esta moción de censura”. “El PSOE –dijo Cuesta– no pinta nada en medio de una reyerta entre dos clanes del GIL”.
El responsable socialista de Política Municipal reconoció que la iniciativa secundada por los socialistas en Marbella “es una mala noticia para el Partido y para los ciudadanos, porque a nadie le gusta ver comportamientos políticos inexplicables”. Pero, insistió, “hay también un mensaje muy claro y es que el PSOE es inflexible contra el más mínimo supuesto de corrupción o de posturas políticas poco claras” y esa “inflexibilidad la hemos visto con la reacción rápida, ágil y terminante que hemos adoptado”. “Vamos a seguir defendiendo la limpieza, el prestigio y la independencia de la política frente a los intereses inmobiliarios –añadió-, y lo hemos hecho desde que hemos denunciado en muchos sitios las corrupciones”.
Lara y Puertas descartaron dimitir como concejales y aseguraron que en ningún caso respaldarán la moción de censura, sino que se abstendrán o votarán contra ella. Durante la rueda de prensa, los concejales dieron a entender que alguien de su grupo municipal, probablemente la portavoz, Isabel García Marcos, les había hecho creer que la moción contaba con el apoyo de la dirección del PSOE en Madrid, que sin embargo se ha descolgado con un expediente de expulsión a sus cinco concejales en Marbella si no cambiabao de actitud. Esta misma teoría es la que maneja el secretario de Política Municipal del PSOE, Álvaro Cuesta, que ha confirmado que está “haciendo gestiones para que alguno más retorne a la disciplina de partido”, lo que impediría que triunfara la moción de censura.
Sobre Isabel García Marcos, Álvaro Cuesta ha dicho, en declaraciones a Efe , que su conducta es “injustificada” y admitió que, aunque se lo pidan, ya saben que no retirará su firma de la moción de censura, por lo que Cuesta le ha pedido “que devuelva el escaño”. El secretario de Política Municipal del PSOE también ha explicado que Silvestre Puertas, un “histórico del partido”, le ha confesado por teléfono que “se sentía avergonzado, coaccionado y engañado por la portavoz García Marcos y que pedía retornar a la disciplina de la organización”. A juicio de Álvaro Cuesta, Silvestre Puertas tomó la decisión de retornar cuando “tuvo conocimiento claro de que el Partido Socialista desautorizaba la moción y decidió separarse de ella, retirar su firma y hacerlo público”, por lo que parece claro que, según su punto de vista, Isabel García Marcos hizo creer a su equipo que la dirección del PSOE apoyaba dicha moción.
El secretario de Política Municipal del PSOE también dijo que el Partido “tiene sospechas” de que el comportamiento de los ediles “no está basado en razones políticas” sino que “lo atribuimos a una deslealtad y a una indecencia política, es una actitud escandalosa, insuficientemente justificada y sin el más mínimo apoyo político” y consideró que es el momento de proceder a una investigación de oficio por parte de la Fiscalía Anticorrupción. Cuesta reiteró que la moción “es una violación del Pacto Antitransfuguismo” y supone, además, “una desatención a las instrucciones precisas que el PSOE de Málaga habían dado para que no secundaran esta moción de censura”. “El PSOE –dijo Cuesta– no pinta nada en medio de una reyerta entre dos clanes del GIL”.
El responsable socialista de Política Municipal reconoció que la iniciativa secundada por los socialistas en Marbella “es una mala noticia para el Partido y para los ciudadanos, porque a nadie le gusta ver comportamientos políticos inexplicables”. Pero, insistió, “hay también un mensaje muy claro y es que el PSOE es inflexible contra el más mínimo supuesto de corrupción o de posturas políticas poco claras” y esa “inflexibilidad la hemos visto con la reacción rápida, ágil y terminante que hemos adoptado”. “Vamos a seguir defendiendo la limpieza, el prestigio y la independencia de la política frente a los intereses inmobiliarios –añadió-, y lo hemos hecho desde que hemos denunciado en muchos sitios las corrupciones”.