(Libertad Digital) La reunión que desvela ahora El Mundo fue "al más alto nivel" entre socialistas y batasunos y se produjo después del atentado de ETA en Barajas. Primero hubo "contactos indirectos" y finalmente se culminó con un encuentro entre la dirección del PSE y los representantes batasunos. Una cita que desmiente al propio presidente del Gobierno, que el mismo día en el que los etarras volaron el aparcamiento de la T-4 de Barajas anunció que había ordenado "suspender todas las iniciativas" sobre sus contactos con la banda terrorista.
Eso ocurrió el día 30 de diciembre. Después han llegado declaraciones del ministro Rubalcaba y del secretario de Organización del PSOE, José Blanco, insistiendo en que el "proceso estaba roto, liquidado". Algo parecido a lo que reiteró Zapatero en un corrillo con periodistas durante los actos de la Pascua Militar y muy similar a lo que De la Vega sostenía este lunes en la comparecencia en la que daba su versión del encuentro entre Zapatero y Rajoy en La Moncloa: que las negociaciones estaban rotas porque las había roto ETA con el atentado de Barajas.
La información de El Mundo, que firma Ángeles Escrivá, apunta que los representantes de Batasuna-ETA reclamaron al Gobierno "una semana para aclarar su propia situación con respecto a la banda terrorista". Sobre la mesa admitieron que si no se le concedía a la formación ilegal ese plazo "se le plantearía una situación complicada". Además, se comprometieron a tratar de pactar con la banda terrorista "una respuesta relativamente autónoma respecto al atentado" aunque en ningún caso en forma de condena.
Es aquí donde se enmarcan las últimas declaraciones de Otegi. Este mismo lunes, el portavoz de la formación ilegalizada leyó un comunicado en el que pidió a ETA que "mantenga intactos los contenidos y objetivos explicitados en su comunicado del 22 de marzo". Al mismo tiempo reclamaba al Ejecutivo que "garantice las condiciones del proceso".