Con estas palabras aludía Rodolfo Ares a los nuevos ataques de terrorismo callejero en la pasada noche, con la quema de otro autobús en la localidad vizcaína de Durango.
En declaraciones a Europa Press, el consejero de Interior vasco condenó "enérgicamente" los actos de "violencia terrorista" que "de una forma tan salvaje" se produjeron en Durango así como el resto de ataques perpetrados a lo largo de este fin de semana, tanto en Bilbao como en Ondarroa, en los que se calcinó un autobús urbano además de varios cajeros automáticos y contenedores.
"El hecho de que ayer, en Durango, unos desalmados, de una forma tan salvaje, armados con bates de béisbol desalojaran a 20 personas del autobús para luego tirarle cócteles molotov y prenderle fuego, me parece terrible y demuestra el comportamiento salvaje, totalitario y fascista con el que se comporta esta gente", censuró. Para el jefe de la Ertzaintza, los de los últimos días, "recuerdan comportamientos de la época nazi o de la ultraderecha española".
Por otra parte, manifestó "con toda claridad" que quienes originaron "este acto salvaje, salieron armados con bates de béisbol y desalojaron un autobús para luego calcinarlo, quienes provocaron la quema de un autobús en Rekalde o los autores de actos de violencia callejera de Ondarroa, se manifestaron ayer con el PNV en San Sebastián".
"El PNV acompañó en esa manifestación de San Sebastián a quienes provocan estos actos de violencia terrorista de una forma tan salvaje y esto es absolutamente inaceptable", señaló. En opinión de Ares, este hecho debería llevar a la formación que preside Iñigo Urkullu a "reflexionar sobre las decisiones que toma y con quién comparte la calle".
A juicio del responsable vasco de Interior, "si algo se puso de manifiesto ayer", durante la marcha en la capital guipuzcoana, fue "la añoranza con la que muchos miran a Lizarra" así como que "una vez más, el PNV no aprende de sus equivocaciones y errores del pasado".
En su opinión, los llamamientos a la unidad nacionalista demuestran que "muchos siguen buscando, añoran y quieren volver a los tiempos de Lizarra" y que "parece que a algunos, en el PNV, no les desagrada".