L D (EFE) Mientras este lunes en una entrevista con el diario El Mundo el fiscal general del Estado Cándido Gómez pumpido, saltaba a la palestra de la comparecencia de los confidentes en la comisión del 11-M diciendo que sería contraproducente y sólo añadiría confusión, este domingo por la tarde el presidente de la comisión se mostraba a favor.
Paulino Rivero afirmó que Zouhier "debe acudir" a la comisión para aclarar si se tomaron las medidas suficientes para evitar los atentados, y que también lo tienen que hacer "todas aquellas personas que sirvan para completar algunas de las claves que son necesarias despejar". "No hay que poner obstáculos a cualquiera que pueda completar o contrastar la información que se tenga durante los próximos días", dijo el diputado de Coalición Canaria (CC). Zouhier ha remitido varios manuscritos a la comisión en los que solicita testificar, como pide el PP, con el propósito de desvelar datos sobre la trama del 11-M.
El confidente policial, que está en prisión por supuesta relación con la preparación de los atentados, asegura que alertó a la Guardia Civil de lo que se estaba fraguando al tener conocimiento del intercambio de drogas por los explosivos utilizados en la masacre. Paulino Rivero, no obstante, expresó la necesidad de que los grupos políticos sean selectivos en las próximas comparecencias para evitar que "se dispersen los objetivos". "Si se es riguroso en la selección de los comparecientes, la comisión puede estar en condiciones de elaborar las conclusiones en dos o tres semanas", señaló el diputado canario, quien eludió adelantar una fecha para el final de la comisión. A su juicio, llamar a más personas para insistir en determinados asuntos ya aclarados "devaluaría" el "nivel" de la comisión.
No obstante, volvió a defender que el ex presidente del Gobierno José María Aznar declare en la última semana "una vez que ha mostrado disposición". "No veo obstáculos a que alguien lo impida cuando ha dicho que quiere ir", añadió. Rivero opinó que con los testimonios que ha habido hasta ahora y con la documentación de que disponen los grupos, se ha dado respuesta a "más del 60 por ciento" del decálogo de objetivos a los que, según él, "la comisión debe dar respuesta para conectar con el sentimiento mayoritario de los ciudadanos". De los diez puntos, el más importante para Rivero es el de determinar qué instrumentos "se deben impulsar desde el Gobierno y el Parlamento para que se arbitren medidas que permitan mejorar las condiciones de seguridad ante el nuevo fenómeno terrorista".
La comisión también ha de averiguar, a su entender, las razones que han convertido a España en blanco del terrorismo internacional; si se estaba prevenido de atentados como los del 11-M y si el anterior Gobierno adoptó medidas suficientes para contrarrestarlos. El decálogo del presidente de la comisión exige además saber si el Ejecutivo del PP "mintió" sobre la autoría de los atentados; si la información que dio fue la "correcta" y si se vulneró la ley en la jornada de reflexión.
Los otros interrogantes serían si España cuenta con una Policía "fiable", si "funcionan eficazmente" los mecanismos de coordinación entre las Fuerzas de Seguridad del Estado para combatir este tipo de terrorismo y si "la calidad de los servicios de inteligencia está a la altura que se requiere" para hacer frente a esta amenaza. Rivero calificó de "satisfactorio" el trabajo realizado, una vez superada la segunda semana de interrogatorios, y negó que la comisión haya derivado en ocasiones en un "espectáculo". "Los comparecientes, en general, están siendo muy rigurosos, y en algunos casos, son de gran nivel", dijo. El presidente de la comisión del 11-M valoró la actitud de todos los miembros, pero destacó "especialmente" la labor y "el grado de responsabilidad con el que están actuando los grupos minoritarios (CiU, ERC, PNV, IU-ICV y Mixto)".
El confidente policial, que está en prisión por supuesta relación con la preparación de los atentados, asegura que alertó a la Guardia Civil de lo que se estaba fraguando al tener conocimiento del intercambio de drogas por los explosivos utilizados en la masacre. Paulino Rivero, no obstante, expresó la necesidad de que los grupos políticos sean selectivos en las próximas comparecencias para evitar que "se dispersen los objetivos". "Si se es riguroso en la selección de los comparecientes, la comisión puede estar en condiciones de elaborar las conclusiones en dos o tres semanas", señaló el diputado canario, quien eludió adelantar una fecha para el final de la comisión. A su juicio, llamar a más personas para insistir en determinados asuntos ya aclarados "devaluaría" el "nivel" de la comisión.
No obstante, volvió a defender que el ex presidente del Gobierno José María Aznar declare en la última semana "una vez que ha mostrado disposición". "No veo obstáculos a que alguien lo impida cuando ha dicho que quiere ir", añadió. Rivero opinó que con los testimonios que ha habido hasta ahora y con la documentación de que disponen los grupos, se ha dado respuesta a "más del 60 por ciento" del decálogo de objetivos a los que, según él, "la comisión debe dar respuesta para conectar con el sentimiento mayoritario de los ciudadanos". De los diez puntos, el más importante para Rivero es el de determinar qué instrumentos "se deben impulsar desde el Gobierno y el Parlamento para que se arbitren medidas que permitan mejorar las condiciones de seguridad ante el nuevo fenómeno terrorista".
La comisión también ha de averiguar, a su entender, las razones que han convertido a España en blanco del terrorismo internacional; si se estaba prevenido de atentados como los del 11-M y si el anterior Gobierno adoptó medidas suficientes para contrarrestarlos. El decálogo del presidente de la comisión exige además saber si el Ejecutivo del PP "mintió" sobre la autoría de los atentados; si la información que dio fue la "correcta" y si se vulneró la ley en la jornada de reflexión.
Los otros interrogantes serían si España cuenta con una Policía "fiable", si "funcionan eficazmente" los mecanismos de coordinación entre las Fuerzas de Seguridad del Estado para combatir este tipo de terrorismo y si "la calidad de los servicios de inteligencia está a la altura que se requiere" para hacer frente a esta amenaza. Rivero calificó de "satisfactorio" el trabajo realizado, una vez superada la segunda semana de interrogatorios, y negó que la comisión haya derivado en ocasiones en un "espectáculo". "Los comparecientes, en general, están siendo muy rigurosos, y en algunos casos, son de gran nivel", dijo. El presidente de la comisión del 11-M valoró la actitud de todos los miembros, pero destacó "especialmente" la labor y "el grado de responsabilidad con el que están actuando los grupos minoritarios (CiU, ERC, PNV, IU-ICV y Mixto)".