L D (EFE) El portavoz adjunto del PPC en el Parlamento, Daniel Sirera, ha censurado que el Gobierno catalán "malgaste recursos de los catalanes en hacer viajes para acallar la voz de alguna emisora de radio", y ha añadido que recientemente la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, "ya fue a quejarse, y el Vaticano respondió que ello se debía hablar en España". A juicio de Sirera, este viaje tiene como motivo "salir en la foto", y ha explicado que "hemos hecho preguntas parlamentarias para saber el coste que ha supuesto el viaje para los catalanes, sus objetivos y si es cierto que se ha hecho para protestar sobre una emisora de radio".
En alusión a la afirmación del consejero primero, Josep Bargalló, de que también se habló del Estatuto en el encuentro con el Vaticano, Sirera le ha replicado que "estaría bien que se dedicara a explicar el Estatut en Cataluña", y se ha mostrado "preocupado por que la prioridad del Gobierno sea ésta".
En alusión a la afirmación del consejero primero, Josep Bargalló, de que también se habló del Estatuto en el encuentro con el Vaticano, Sirera le ha replicado que "estaría bien que se dedicara a explicar el Estatut en Cataluña", y se ha mostrado "preocupado por que la prioridad del Gobierno sea ésta".
Bargalló subrayó, en este sentido, que al tratarse de la primera reunión del gobierno tripartito con el Vaticano fueron abordadas varias cuestiones "de interés mutuo", y confirmó que "habrá otras reuniones posteriores", aún sin concretar, "porque es normal que el gobierno catalán se relacione con un Estado como el Vaticano". "El Vaticano -recordó-, además de ser un Estado, es el máximo responsable de la Iglesia católica, que, en nuestro país, es muy importante, tanto por tradición histórica como porque dispone de patrimonio, escuelas y realiza una labor social".
Después de precisar que la primera reunión con el Vaticano había sido "preparada" anteriormente con "el nuncio en el Estado español", Bargalló concretó que la primera cuestión que figuraba en la agenda no era la COPE, sino "la voluntad del Vaticano de conocer el contenido de la propuesta de Estatuto y, particularmente, lo que dice el mismo respecto a la religión, la asistencia social y la enseñanza". Otra cuestión tratada, señaló, fue "el uso de la lengua catalana por parte del Vaticano, y, de forma especial, por el Pontífice" y, dentro del apartado de temas diversos, "sí que se habló de la veracidad de las informaciones que la COPE emite respecto a Cataluña".
"Puesto que el Vaticano, como Estado que es, tiene unos cauces diplomáticos muy establecidos -añadió el consejero primero-, se limitó a 'tomar nota' de las cuestiones planteadas por la Generalidad, pero también se comprometió a trasladar algunas de ellas al Pontífice". Según Bargalló, no es que el gobierno catalán plantease formalmente una queja sobre la COPE, "sino que intentamos ser lo más objetivos posibles, entre otros motivos porque los documentos que les entregamos al respecto son bastante explícitos y han sido elaborados desde el ámbito católico, por lo que queda claro que no estamos hablando sólo de política, sino de otras cosas".
Sobre estos documentos, ha indicado que el secretario general del consejero primero, Xavier Vendrell, y la directora general de Asuntos Religiosos, Montserrat Coll, entregaron al representante de la curia un dossier que incluía una copia del manifiesto en el que 40 intelectuales católicos denuncian los contenidos de la COPE, una transcripción de algunos comentarios y editoriales emitidos por esta cadena, así como reflexiones de miembros de la jerarquía de la Iglesia en Cataluña. Al hacer entrega del dossier, Vendrell expuso a los representantes del Vaticano la paradoja que "supone que una emisora con un accionariado principalmente de la Iglesia española defienda valores que son contrarios a los que defiende el Evangelio", según Josep Bargalló.