Era, con permiso de Francisco Álvarez Cascos, el caldo del chascarrillo político del inicio de la XVI Interparlamentaria del PP que se celebra en las Palmas de Gran Canaria: "¿ya han echado a Celestino Corbacho?", se preguntaban los parlamentarios del principal partido de la oposición.
Un futuro político, el del saliente ministro de Trabajo, que también ha sido centro de los discursos inaugurales. La portavoz del grupo del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, ha afirmado que los dirigentes del PSOE ven ahora el Ministerio de Trabajo como "un marrón".
Como en principio se especuló con que el reemplazo del dirigente catalán se obraría ayer u hoy, Sáenz de Santamaría ha recurrido a la ironía para decir: "Parece que están haciendo un cásting en el PSOE para ver si encuentran un ministro de Trabajo", informa EFE.
A su juicio, y ya que "difícilmente podrán encontrarlo en los servicios públicos de empleo", tal y como los ha dejado el Gobierno, ha dicho, los socialistas tienen problemas de verdad para dar con un mandatario que "se quiera comer ahora un marrón" como el del Ministerio de Trabajo. Sin embargo, según sus palabras, el auténtico "marrón" es de los más de cuatro millones de parados.
"Así ve el PSOE la tarea que tiene por delante, un marrón; se me caería la cara de vergüenza", apostilló. La secretaria general, María Dolores de Cospedal, también metía el dedo en la llaga: "no se si sólo le queda el telediario de hoy", ironizó.
En este sentido, censuró unas palabras del aún ministro en las que reseñaba las dificultades del cargo en una época como la actual, de crisis y destrucción de empleo."Lo dijo como si no tuviera nada que ver", remarcó Cospedal, para a renglón seguido concluir: "El PSOE ya no es un referente de nada, nos ha devuelto a los parámetros del paro, el déficit y la deuda que tenía España hace 15 años".