L D (Agencias) Según el Partido Popular, a primera hora de la tarde de este martes, el portavoz parlamentario del PP, Manuel Ruiz Rivas, trasladó a los portavoces socialista y nacionalista una propuesta de declaración institucional para tratar de consensuar un pronunciamiento unánime de la Cámara, pero tal acuerdo no fue posible, a pesar de los intentos de los populares gallegos.
Los populares explicaron que "no acaban de entender las razones que puede esconder la cerrazón de socialistas y nacionalistas", y mostraron su confianza en que "cambien de opinión en las próximas horas, toda vez que tal propuesta reivindica la absoluta defensa de los principios y valores democráticos que deben presidir la convivencia de todos los ciudadanos y busca el rechazo de cualquier expresión o comportamiento que pueda perturbar esa coexistencia pacífica".
Sin embargo, el portavoz socialista, Ismael Rego, explicó a los medios que efectivamente el PP les avanzó que les trasladaría una propuesta de declaración, aunque aseguró que no la han recibido. "No se nos propuso ninguna declaración", coincidió el portavoz nacionalista, Carlos Aymerich.
Pese a este supuesto cerrazón en la cámara de representantes autonómica, ambos partidos condenaron los hecho de formas diferentes. En declaraciones a los medios, recogidas por Europa Press, el secretario de Organización del PSOE gallego, Ricardo Varela, expresó el rechazo "sin paliativos" de su partido a "los actos de violencia" sufridos por San Gil, a la cual trasladó "todo su apoyo y solidaridad". Así, lamentó que "no se respeten los valores de convivencia democrática".
Frente a estas actitudes, el PSdeG defendió "firme y enérgicamente" la libertad de expresión y reafirmó su compromiso "unánime" contra cualquier tipo de violencia, coacción o amenaza. "Los violentos no consiguieron ni conseguirán doblegar nunca el Estado de Derecho", aseveró.
A través de un frío comunicado, el BNG también censuró "las actitudes violentas" del grupo de estudiantes porque subrayó que "violentar un acto público, sabotear una conferencia, es una práctica incompatible con las reglas más elementales de la democracia y con el necesario respeto al pluralismo político".