El Partido Popular da por amortizado políticamente a José Luis Rodríguez Zapatero. Es más, se ha instalado la idea entre sus principales espadas de que cuanto más aguante, mejor para ellos. "El que se resista a dejar el poder nos da más votos", y por ello los barones socialistas se dejan las siglas del PSOE en casa y no le quieren en sus actos.
Ésta es la percepción generalizada entre los populares, que ya ni se molestan en disimularlo. En lo que ya piensan es en el día después, en qué ocurrirá tras las elecciones autonómicas y locales que se celebran el 22-M.
En el marco de la convención municipal de la formación, que se celebra en Toledo hasta el sábado, la dirección del PP ha arengado a los suyos en busca de que se pateen la calle y pidan el voto casa por casa. Y es que la segunda gran idea que transmiten las altas esferas es que no hay que confiarse. "Las elecciones no están ganadas, hay que pelear".
Una estrategia marcada por Génova y escenificada hoy por tres de sus máximos estandartes: la número dos, María Dolores de Cospedal; el presidente del PP andaluz, Javier Arenas; y el portavoz del partido en el Senado, Pío García Escudero.
Precisamente, y aunque pueda llevar a confusión, García Escudero fue especialmente clarificador en su alocución: "El que se va -Rodríguez Zapatero- todo el mundo lo da por descontado" pero lo importante es que "el día 23 convoque elecciones anticipadas", sentenció.
Para el portavoz popular las ansias de cambio son palmarias en la calle: "No hay quien lo aguante, quien lo soporte", y por ello instó a convertir la cita con las urnas en la antesala del cambio político a nivel nacional. "Zapatero entró en La Moncloa con las arcas llenas y se ha dedicado a despilfarrar", resumió.
El testigo lo recogió Javier Arenas, que no ahorró en mofas hacia el Gobierno e insistió en una idea primordial; el 22-M no se presenta Zapatero, cierto, pero sí que se hace balance de sus políticas con el voto. José María Barreda es "el candidato de Zapatero, de las políticas de Zapatero".
Además, el vicesecretario general de los populares criticó que tanto el Gobierno y el PSOE estén a "cuando y cómo quitar a Zapatero" antes que a solucionar la crisis, por lo que los comicios será una rémora para las filas enemigas.
Finalmente, la secretaria general de la formación se centró en otro de los pilares del discurso de Rajoy: el PP ya está preparado para gobernar "cuando los ciudadanos quieran". El objetivo es "sacar al país de la depresión y de la resignación en la que les ha metido el PSOE".