(Libertad Digital) En declaraciones en La Mañana del Fin de Semana de la Cadena COPE, Gabriel Elorriaga ha denunciado la actitud de Carmen Calvo, vicepresidenta del Congreso, ante los insultos de Joan Tardá contra Manuel Fraga, a quien acusó de estar "manchado de sangre".
En el último debate parlamentario previo a la disolución de las Cortes, Calvo optó por posicionarse del lado del independentista abroncando a los populares por sus quejas. Eduardo Zaplana recordó al republicano que gracias a Fraga ERC podía expresar sus ideas "fascistas" en el Hemiciclo.
El secretario de Comunicación del PP ha calificado de "gravísimo" y de "disparate puesto en la boca de un botarate" los insultos de Tardá, que también esta semana comparó a la COPE con la radio que instó el genocidio de Ruanda.
Sin embargo, para Elorriaga lo más grave fue el "comportamiento intolerable" de Carmen Calvo, a quien acusó de actuar "desde la equidistancia" y "la ignorancia de no saber valorar el alcance de unas difamaciones". En opinión de Elorriaga, Calvo "no supo estar a la altura" y con su actuación "dio medida de su incompetencia e incapacidad".
Pactos sin abandonar los "principios"
Además de este asunto, Elorriaga ha hablado en la entrevista de las próximas elecciones y de la posible ilegalización de ANV. Sobre la cita electoral, ha apuntado que su partido, "aunque sólo sea por salud mental", trabaja sobre la hipótesis de obtener una "mayoría clara" que pedirán en las urnas con el fin de "evitar sorpresas poselectorales".
El PP, en todo caso, "no va a renunciar a sus principios para formar gobierno", según ha dicho Elorriaga que no ha desvelado, sin embargo, con quién estarían dispuestos a pactar. Los principios, según el dirigente popular, "al PSOE le importan bastante menos".
Respecto a ANV, Elorriaga ha recordado que desde que concurrió a los comicios y desde que el PCTV entró en la Cámara vasca "todos los españoles sabían que los dos partidos eran lo mismo que Batasuna y que ETA".
En su opinión, "sólo el interés del Gobierno" en mantener la negociación explican "este retroceso tan brutal en la lucha antiterrorista". La ilegalización en estos momentos supone, según Elorriaga, "un ejercicio de oportunismo despreciable".