L D (Agencias) Así lo asegura el principal partido de la oposición en un argumentario interno, al que ha tenido acceso Europa Press, después de que el Rey pidiera a Chávez que se callara por sus acusaciones contra el ex presidente José María Aznar y, un día después, el presidente venezolano insinuara que Don Juan Carlos conocía el golpe de Estado que intentó derrocarle en 2002.
Los 'populares' creen que la política exterior del gabinete socialista ha dado "alas" a los gobernantes autoritarios que en Hispanoamérica han hecho del "resentimiento hacia España una bandera para ocultar sus propios fracasos". Hugo Chávez, Evo Morales, Daniel Ortega y Fidel Castro representan, en opinión del PP, "una izquierda autoritaria que desprecia la democracia". Según el PP, Zapatero ha "volcado" todo su apoyo político en esos líderes "populistas antidemocráticos", que, a su juicio, representan "lo más rancio del anti-españolismo" y fomentan "el ataque, la ridiculización y el insulto a España".
Este es el problema de "las amistades peligrosas y de las malas compañías de Zapatero", señala el mismo argumentario del PP, en el que se recuerda que mientras unos "queman banderas y retratos del Rey o anuncian referendos separatistas", otros se dedican a "insultar" a los españoles en los foros internacionales. Para el partido de Mariano Rajoy el enfrentamiento con el presidente de Venezuela viene a demostrar que Zapatero "siempre hace lo mismo" y dedica "todas sus atenciones y amabilidades a quienes más desprecian a España", de forma que después son los españoles los que reciben "insultos y desprecios" como respuesta a su "debilidad y a su falta de convicciones".
Los 'populares' consideran que este fin de semana, durante la Cumbre, el Rey volvió a estar "a la altura de las circunstancias" y defendió con coherencia la dignidad de todos los españoles. Por el contrario, estiman que el presidente del Gobierno "titubeó excesivamente" a la hora de defender a José María Aznar, preocupándose "mucho más en dejar claro que está en las antípodas de Aznar". Esto se debe, a su juicio, a que el Gobierno socialista "está demasiado cerca de un líder populista y radical como Chávez" y, por lo tanto, "una vez más ha actuado de bombero-pirómano". Para corroborar esta afirmación recuerda que en noviembre de 2004 el ministro de Exteriores dijo en un programa de televisión, que el Gobierno del PP había "colaborado" en 2002 con el golpe de estado contra Chávez.