El Parlamento catalán aprueba el Estatuto y Acebes pide la disolución de las Cortes
El tripartito y CiU han votado juntos para aprobar el nuevo Estatuto catalán. El PP se ha opuesto a un texto que considera contrario a la Constitución. Ángel Acebes ha pedido a Zapatero que disuelva las Cortes y someta el proyecto a consulta en elecciones generales mientras que Mayor Oreja interpreta que lo ocurrido es "Perpiñan hecho Estatuto". De la Vega dice que estamos ante un "proceso de absoluta normalidad democrática" pero la división en el PSOE es notoria. La próxima semana el texto llega al Congreso. El CGPJ ya ha avisado de que supera la Carta Magna.
Antes de la votación, en los pasillos, el presidente de la Generalidad aseguró que su mensaje a España es "escúchanos, que nos entenderemos", y admitió que "la batalla" del Estatuto está ahora en manos de "los ciudadanos españoles", ya que el nuevo texto será remitido a las Cortes.
En declaraciones a la Cadena Ser, aseguró que el nuevo Estatuto se aprobará en las Cortes Generales, aunque añadió que "habrá que ver en qué condiciones y con qué sacrificios, que intentaremos que sean los mínimos". También restó importancia a las críticas de dirigentes socialistas al texto, consideró que son "reacciones en caliente, algunas lógicas aunque no por ello admisibles", y destacó la necesidad de "dejar que se enfríe el plato y que las cosas se vean con más frialdad, rigor y objetividad". Estas reacciones, según el dirigente catalán, están "dictadas por el corazón, pero no por la ciencia", e instó a los que las hacen a que "lean el texto y se formen un criterio más reposado de lo mucho que va a contribuir a que la España plural sea una realidad".
Defendió la singularidad de Cataluña frente al resto de Comunidades Autónomas, pese a la "incomodidad" que genera en España, y defendió una solidaridad basada en el concepto de "si tú te ayudas, yo te ayudo, y si no, no".
El presidente del PP catalán acusó a los socialistas catalanes y a su presidente de prestarse, con su apoyo al nuevo Estatuto, "a debilitar los vínculos de Cataluña con el conjunto de España" y a "alejar desde el punto de vista sentimental a Cataluña de España".
En su intervención en el pleno que aprobó la reforma estatutaria, Jospe Piqué admitió que "puedo entender" que CiU y ERC busquen el "distanciamiento" de Cataluña respecto a España, pero "me cuesta mucho más de comprender que fuerzas políticas con proyectos para el resto de España entren a jugar a este juego", dijo en alusión al PSC y Maragall.
"Nosotros queremos fortalecer los vínculos de Cataluña con el conjunto de España", sentenció Piqué, quien justificó su oposición al nuevo Estatuto en que su "trasfondo" es "modificar la naturaleza del Estado". Además, recordó que "no hay demanda social de un nuevo Estatuto".
En su discurso, Artur Mas expresó su "gran satisfacción" por el acuerdo. "Deberemos hacernos explicar, hacernos entender y, sobre todo, hacernos respetar. Este acuerdo de gran trascendencia y profundidad histórica lo hemos alcanzado por vías democráticas y pacíficas, en el marco de la Constitución y con amplísimo consenso. Cataluña ha hablado con voz clara", subrayó.
El jefe de la oposición catalana señaló que "Cataluña no ha dado nunca la espalda a España", por lo que ahora "debemos reclamar que España no nos dé ahora la espalda a nosotros" rechazando un proyecto que determina el "horizonte nacional" de Cataluña.
Concluyó agradeciendo a Maragall su "trabajo" por el bien del Estatuto y por la "franca y plenamente honesta" comunicación.
La Cataluña "libre, naturalmente" de Carod
El presidente de ERC expuso que el nuevo Estatuto representa un avance muy importante para Cataluña y un instrumento imprescindible para el bienestar de sus ciudadanos, así como "una mano tendida y un pacto con España", aunque Esquerra no lo ve como un punto y final.
Según indicó Carod-Rovira en su intervención parlamentaria, "Cataluña ha conseguido lo que quería" porque "la gente quería país y no partidos" y al final se ha logrado "aunque quizás todos hemos exagerado demasiado la escenificación de las divergencias" y el proceso "se ha mediatizado demasiado".
"Somos una nación porque lo queremos ser", dijo antes de avisar a los socialistas que "si resulta que ahora no puede ser posible (este pacto) cuando existe la mejor coyuntura política, querrá decir que no son capaces de entender cómo es y lo que representa Cataluña, y si sólo nos quieren para pagar y decirnos encima que somos insolidarios, tengo que decir que esta España no nos interesa y que es mejor salir de ella".
Terminó su discurso diciendo que "tenemos un instrumento que es una gran esperanza, hemos de conseguir que sea también una realidad. Viva la nación catalana, libre, naturalmente".
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