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El País intenta contrarrestar el ridículo de Zapatero publicando las actas de una reunión de Aznar con Bush

La tranquilidad que intentó transmitir Zapatero tras el ridículo por el minisaludo de Bush en Naciones Unidas se ha tornado en despecho. El presidente ha intentado desquitarse filtrando a El País las actas de una reunión de Aznar con Bush un mes antes de la intervención en Irak. Del encuentro se deduce la fluidez de las relaciones del ex presidente español con el norteamericano y el peso que entonces tenía España en la política internacional y que ahora ha desaparecido.

IRAK, ERRE QUE ERRE
La tranquilidad que intentó transmitir Zapatero tras el ridículo por el minisaludo de Bush en Naciones Unidas se ha tornado en despecho. El presidente ha intentado desquitarse filtrando a El País las actas de una reunión de Aznar con Bush un mes antes de la intervención en Irak. Del encuentro se deduce la fluidez de las relaciones del ex presidente español con el norteamericano y el peso que entonces tenía España en la política internacional y que ahora ha desaparecido.
(Libertad Digital) Según informa El País, la reunión se produjo el 22 de febrero de 2003 en el rancho que posee George Bush en Texas, cuatro semanas antes de la intervención en Irak. El presidente norteamericano convocó al ex presidente del Gobierno español "para informarle sobre la estrategia ante la inminente invasión de Irak". Cabría preguntarse, ¿cuántas veces ha convocado algún importante mandatario mundial a Zapatero para informarle de algo?
 
En la reunión también participaron la entonces asesora de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice y el responsable de asuntos europeos del Consejo de Seguridad Nacional, Daniel Fried. Por la parte española estaba el asesor de Aznar de política internacional, Alberto Carnero y el embajador de España en Washington, Javier Rupérez. También se produjo una conversación telefónica a cuatro bandas: Bush, Aznar, Tony Blair y Silvio Berlusconi.
 
Bush comunicó a Aznar sus planes sobre Irak: "En dos semanas estaremos militarmente listos. Estaremos en Bagdad a finales de marzo".
 
El periódico más próximo a La Moncloa –hasta este mismo lunes, día en el que el nuevo periódico El Público competirá con Prisa por este lugar- relata la conversación mantenida entre ambos presidentes. Un diálogo fluido y amistoso entre dos presidentes al mismo nivel, en el que el presidente de EEUU tiene en cuenta las opiniones del español y acepta sus sugerencias.
 
Bush cuenta a Aznar que está a punto de conseguir una segunda resolución de la ONU para la intervención en Irak y querría anunciarla dos días después del encuentro -el 24 o el 25 de febrero de 2003-. Aznar le aconseja que lo haga mejor el 25. Bush acepta el 24 por la tarde, considerando que con la diferencia de horario en Europa ya sería prácticamente el 25.
 
El presidente norteamericano expuso a Aznar que Sadam Husein no iba a cambiar y que no se estaba desarmando, por lo que "ha llegado el momento de deshacerse de él", y se mostró seguro de conseguir una segunda resolución de la ONU, con la que le gustaría contar. Aznar, consciente de la oposición de la opinión pública española, le explica a Bush la importancia de contar con dicha resolución sugiriendo que el contenido de la misma debería explicar los incumplimientos de Sadam Husein, a lo que el presidente de EEUU accede: "La resolución estará hecha a medida de lo que pueda ayudarte".
 
Aznar también propone realizar un texto que apoyara mucha gente. "Perfecto", responde Bush. Y posteriormente le comunica que tiene prevista una reunión con el entonces presidente francés Jacques Chirac. El presidente de EEUU muestra de nuevo su apoyo a la iniciativa de Aznar. "Me parece muy bien".
 
Las actas filtradas a El País también revelan que en la cita de las Azores el lugar fue elegido por Aznar. Al parecer, Bush había pensado en las Bermudas, pero Aznar le sugirió las islas portuguesas porque "el solo nombre de esas islas va asociado a una prenda de vestir que no es precisamente la más adecuada para la gravedad del momento en nos encontramos".
 
La intención de La Moncloa filtrando estas actas a El País a estas alturas es controvertida. Quizá Zapatero ha querido tomarse la revancha por su nuevo fracaso en sus relaciones con Bush otra vez con el asunto de Irak, al que recurre una y otra vez cuando tiene problemas. Pero de lo publicado por El País sólo se deduce una cosa: Que Aznar mantenía unas excelentes relaciones con el presidente de la primera potencia mundial, una relación casi amistosa, fluida y de igual a igual; que las decisiones y las iniciativas de España eran escuchadas y tenidas en cuenta. Y que con la llegada de Zapatero al Gobierno todo eso ya es Historia.

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