El Mundo y una agencia de detectives catalana descubren que el espía Paesa está vivo

(Libertad Digital) En 1998, el agente Paesa fingió su muerte –con incineración incluida– en Bangkok (Tailandia) para escapar de la mafia rusa a la que debía enormes cantidades de dinero. El diario El Mundo, gracias a una investigación de Antonio Rubio, ha descubierto que Paesa está vivo. Ahora se hace llamar Francisco Pando Sánchez y es un ciudadano de nacionalidad argentina que reside en Luxemburgo.

En su nueva documentación consta que Francisco Pando (FP) nació el 1 de marzo de 1950. El agente mantiene las iniciales de su nombre pero aprovecha el nuevo pasaporte para maquillar su edad, ya que realmente su fecha de nacimiento real es el 27 de febrero de 1936.

 

Paesa comparte oficina en Luxemburgo con su sobrina Beatriz. Es precisamente a través del seguimiento a esta persona gracias a la cual se ha descubierto al espía. Hace pocos meses, un empresario europeo encargó a la agencia de detectives catalana Método 3 un informe económico sobre una súbdita española de nombre Beatriz García, que había nacido en la Comunidad de Madrid hace más de 30 años y había llevado a cabo una estafa de 20 millones de euros. Resultó ser la sobrina de Paesa, aquella que, según cuenta El Mundo, tras la fuga de Luis Roldán transfirió 1.800 millones de pesetas (casi 11 millones de euros) desde el Aresbank de Madrid al de Singapur y que una vez allí borró el rastro de ese dinero con ingresos físicos en diferentes bancos del país asiático.

 

Parece ser que la estafa por la que se investigaba a Beatriz García Paesa fue organizada por su tío. Tirando del hilo se ha descubierto que el famoso espía vive en compañía de una mujer –rubia y más joven que él–, en el número 45 del Boulevard de la Petrusse de la capital luxemburguesa y que tiene una oficina en el número 13 de la Plaza de Armas. A través de esa oficina, Paesa y su sobrina han cometido varias estafas en los últimos años.

 

Antes de que el abogado Manuel Cobo presentara el certificado de defunción de Paesa ante varios juzgados españoles, el espía era investigado por el magistrado de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, por la venta de armas en Angola y por varios crímenes de los GAL.