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El manual de ETA contempla que políticos "dubitativos" apoyen las denuncias de tortura

Interior ha presentado ya una querella contra cuatro directivos de Egunkaria por seguir la estrategia de ETA, cuyo manual –incautado en 1998– recomienda denunciar con detalle malos tratos y esperar a que las apoye la prensa y “algún partido oportunista y dubitativo”. Acebes exige una rectificación a Maragall y plantea extender la querella a Anasagasti.

L D (EFE) El ministerio del Interior ha presentado ante la Audiencia Nacional una denuncia contra los dirigentes de "Egunkaria" Marcelo Otamendi, Ignacio Uria, Javier Alegría y Javier Oleaga por haber acusado a la Guardia Civil de falsas torturas durante su detención. El ministro del Interior, Ángel Acebes, informó en conferencia de prensa de la presentación de esta denuncia y dijo que los servicios jurídicos del departamento consideran que, con sus manifestaciones, estos cuatro dirigentes han cometido un delito de colaboración con banda armada.

Partidos políticos dubitativos... "¿les suena?"

Según Acebes, en sus denuncias ante los periodistas contra la Guardia Civil los responsables de "Egunkaria" han seguido "a pies juntillas" el manual de ETA. El ministro reconoce con sorpresa que muchas de las estrategias que ETA plasmó en ese manual incautado al grupo "Aranba" en 1998, "parece redactado para alguno de los episodios vividos en los últimos días".

Al referirse a los partidos políticos oportunistas y dubitativos que pueden caer en la estrategia de ETA sobre la tortura, el ministro ha añadido "¿les suena?". Esta sensación de Acebes puede comprobarse al repasar cómo ETA se refiere a los que previsiblemente avalarán a ciegas las denuncias falsas.

El manual de 1998: Maragall cae en la trampa

El Ministerio aporta como prueba un manual de ETA incautado en 1998 al "comando Araba" con instrucciones para denunciar torturas y que ya fue aportado en el procedimiento de extradición por parte de Estados Unidos del etarra Ramón Aldasoro. Para Acebes, este manual, al igual que cualquier otro de los intervenidos a la banda, "se ha seguido de una manera muy clara" en el caso de los dirigentes de "Egunkaria".

En ese manual, ETA aconseja a sus militantes que denuncien torturas y, así, "otros colectivos apoyarán tu acción" y "llegaremos hasta el final de nuestros objetivos". Y añade: "No olvides que detrás de ti está la prensa, colectivos locales, juveniles, internacionales y con suerte algún partido oportunista y dubitativo".

La denuncia es un "deber" del militante, que con ella puede "crear tensiones entre los partidos democráticos, conseguir que éstos se pronuncien y desgastar al enemigo militar mediante todo el machaque judicial que se pueda". ETA insta a denunciar ante una detención "por corta e insignificante que sea" y que se haga en todo el territorio español, independientemente del "color de los txakurras" ("perros", así es como llaman a los policías), así como a "no parar hasta conseguir sentarlos a todos ante su señoría".

Les pide también que hablen de "interrogatorios, golpes, bolsa, bañera, potro, tortura psicológica..." y que intenten involucrar a algún político, porque "tiene mucha más repercusión y crecen las contradicciones entre partidos".

Respecto a Anasagasti , el ministro se mostró dispuesto a tener un debate parlamentario con él sobre este asunto y decirle lo que piensa "a la cara", si bien señaló que los servicios jurídicos de Interior están estudiando sus declaraciones para decidir las acciones legales pertinentes dada su condición de aforado. Anasagasti consideró incomprensible que "se torture a ciudadanos por el mero hecho de ser vascos y por eso ser ya sospechosos". También aludió al líder del PSC, Pasqual Maragall , quien a título personal dijo creer a Otamendi cuando denunció torturas, y señaló que las manifestaciones del político catalán son un "error gravísimo" y, por tanto, "debe una disculpa clara y tajante a los miembros de la Guardia Civil".

Más allá de la injuria: colaboración con ETA

En el texto de la denuncia, Interior aporta las declaraciones efectuadas por los dirigentes de "Egunkaria", especialmente por Otamendi, a diversos medios de comunicación, entre ellos la SER, que constituyen, a juicio del Ministerio, un delito de injurias, calumnias y denuncias falsas que "no estamos dispuestos a tolerar". Pero el Ministerio considera que esas manifestaciones "van más allá", al tratarse de un mecanismo ideado por ETA para socavar a las instituciones democráticas y conseguir sus objetivos y fines.

Así, señala que la comisión de esos delitos por parte de los dirigentes de "Egunkaria" se produce "para alcanzar los fines perseguidos por ETA, coadyuvando y colaborando con ella, siguiendo sus instrucciones de forma prolija, organizada y planificada y utilizando uno más de sus métodos para desacreditar a las instituciones democráticas y la legítima lucha contra el terrorismo desde el Estado de Derecho".

Interior entiende así, que la actuación de los denunciados puede ser constitutiva de delitos de calumnias e injurias contra la Guardia Civil, de denuncia falsa y de obstrucción a la Justicia, "todos ellos con fines terroristas", y de delito de "colaboración con banda armada".
Por ello, el Ministerio ha considerado conveniente presentar la denuncia ante la Audiencia Nacional, al ser este órgano judicial competente en materia de delitos terroristas.

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