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El inspector que ocultó la radiografía de la mochila de Vallecas intentó cambiar su versión de los hechos un año después

Antes de que fuera desactivada la mochila de Vallecas, los tedax hicieron una radiografía. En ella se apreciaba que esa supuesta bomba no podía haber detonado jamás porque tenía dos cables sueltos. Sin embargo, su existencia fue ocultada al juez Del Olmo durante más de cuatro meses. El inspector Cáceres la mantuvo en su poder durante ese tiempo. Ahora desvela La Gaceta que este jefe policial pidió notas informativas a sus subordinados un año después del 11-M para reflejar una versión distinta de la desactivación.

Antes de que fuera desactivada la mochila de Vallecas, los tedax hicieron una radiografía. En ella se apreciaba que esa supuesta bomba no podía haber detonado jamás porque tenía dos cables sueltos. Sin embargo, su existencia fue ocultada al juez Del Olmo durante más de cuatro meses. El inspector Cáceres la mantuvo en su poder durante ese tiempo. Ahora desvela La Gaceta que este jefe policial pidió notas informativas a sus subordinados un año después del 11-M para reflejar una versión distinta de la desactivación.
(Libertad Digital) Esas notas informativas fueron remitidas a la Comisaría General de Información en abril de 2005, más de un año después de la masacre y después, también, de que los tedax encargados de la desactivación de la mochila de Vallecas prestaran sus primera declaraciones ante el juez Del Olmo. En junio, esas notas llegaron a la Audiencia Nacional, remitidas por Telesforo Rubio, ya destituido como comisario general de Información. Especificaba que envía los documentos "a efectos de conocimiento" del magistrado. Según desvela este jueves La Gaceta, estos documentos aparecen en el sumario "con los nombres y los carnés profesionales de los funcionarios policiales que los firmaban completamente tachados, a diferencia del resto de diligencias, donde estos datos aparecen visibles".
 
Añade que fue el inspector Cáceres el que solicitó las notas informativas y que "no consta en ningún lugar que exista una solicitud previa del juez Del Olmo". La orden del inspector llegó a ocho subordinados pero no al tedax que se encargó de desactivar manualmente la mochila de Vallecas. Y precisa el diario que aunque "se centran en los mismos hechos, el procedimiento de desactivación de la mochila número 13, los documentos se contradicen entre sí en numerosas ocasiones. Y peor: algunas de las descripciones que relatan son falsas. Las notas informativas chocan con las primeras declaraciones realizadas por los Tedax un año antes. Al mismo tiempo, aportan datos completamente nuevos que se le ocultaron al magistrado en aquellas comparecencias iniciales, cuando era más necesaria la colaboración de estos funcionarios del Estado".
 
En el sumario consta, según declararon al juez, que "el operador número uno, con carné 64.501, desactivó personalmente la bomba y llevó la iniciativa de la operación en todo momento, tal y como ordena la normativa de esta unidad policial. El operador número dos en aquel dispositivo, con carné 65.255, se limitó a declarar al magistrado en aquel momento que apreció que el continente era una bolsa de deportes". Un años después, en las notas informativas las versión es otra y "los operadores dos y tres asumen un papel más intenso en la desactivación del artefacto".
 
Sostienen que fue el inspector Cáceres el que coordinó la operación. Para La Gaceta,  esto "nunca ocurrió y, de ser cierto, habría sido improcedente porque la competencia para tomar estas decisiones siempre recae en el operador número uno de turno". Los documentos también reflejan que fue el comisario general de Seguridad Ciudadana el que pidió que se realizara la radiografía. Y para recrear la escena varios subordinados recurren a un relato calcado, "palabra por palabra". Y vuelve a matizar el diario que "estos hechos nunca pudieron ocurrir, porque el comisario general de Seguridad Ciudadana, Cuadro Jaén, llegó al parque de Azorín después de que se hiciera la placa, la única que hay de las mochilas. Es llamativo que los dos subordinados de Cáceres dan la misma versión falsa de los hechos".
 
Concluye La Gaceta que "los acontecimientos se parecen peligrosamente a la escena que protagonizó el comisario Sánchez Manzano en su comparecencia en el Congreso de los Diputados. Además de equivocarse en la composición de la Goma 2-ECO, declaró que participó directamente en la desactivación de la mochila de Vallecas. En privado, ante los representantes sindicales, Sánchez Manzano no tuvo más remedio que reconocer que se mantuvo al margen y que no tenía (ni tiene) ningún conocimiento de explosivos. Se colgó una medalla que no le correspondía".

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