(Libertad Digital) En la parte final de la carta, Ábalos Bofill señala que "en España tenemos unas leyes penales delirantes en materia de terrorismo", en referencia a la libertad de etarras al cabo de 17 años pese a estar sentenciados a miles de años de cárcel.
Menciona entonces la resolución de febrero de 2006 de la Sala II del Tribunal Supremo más conocida como "doctrina Parot", algo que fue posible, en su opinión, en parte gracias a la presión de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT). Sin embargo, subraya que "la mayoría de españoles" no sabe que esa resolución está recurrida por la abogada del etarra Parot –uno de los que atentó contra su padre– desde el año 2006, pese a lo cual –después de tres años– aún el Tribunal Constitucional no se ha pronunciado. Ábalos teme que el recurso prospere y que muchos de los etarras salgan de las cárceles. "No bajemos la guardia", advierte.
Además de eso, el hijo del coronel Jesús Ábalos Jiménez hace una descripción del trato a las víctimas que tiene la Justicia francesa y la compara con la que ofrece la española. Dice que "en París –a donde acudió al juicio contra los terroristas del grupo que asesinó a su padre– tienen prioridad los familiares de las víctimas" y agrega que "todos los familiares que lo deseen pueden declarar en el juicio, dato muy relevante y que reconforta mucho". Esto último es algo que no sucede en España. Dice: "En la Audiencia Nacional se forma una cola importante y se mezclan los familiares y amigos de los asesinos con las víctimas".
También recuerda la noticia aparecida en los diarios al día siguiente del atentado de ETA en Madrid que le costó la vida a su padre. Apunta que "en las portadas aparecían las fotografías de los familiares destrozados de las cuatro víctimas de dicho atentado, y al lado había otra fotografía en la que estaba el entonces alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván, haciendo entrega de la Llave de Oro de la Villa de Madrid al presidente de Rumanía, Nicolae Ceaucescu, entre risas y abrazos". Subraya que Tierno Galván no fue a la capilla ardiente, ni al entierro y no dio el pésame a los familiares. Eso, apunta, no provocó las críticas de los medios.