ETA quiso matar con un fusil de mira telescópica a Patxi López

ETA intentó matar al lehendakari Patxi López a principios de 2010 con un fusil de mira telescópica, tal y como asegura este martes La Razón. Con este atentado buscaban dar un golpe de efecto para forzar al Gobierno a una nueva negociación.

El arma había sido enviada por la banda terrorista a Portugal justo cuando la furgoneta fue interceptada el 9 de enero de ese año. El atentado lo iba a llevar a cabo el grupo Otazua.

Además, el que fuera jefe de los grupos de ETA, Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe, alias Ata, ordenó al grupo Otazua, desarticulado en Vizcaya en pasado martes, atentar contra las Torres Kio de Madrid en el año 2010 utilizando el explosivo que la banda tenía en la base de Óbidos (Portugal), según confirmaron a Europa Press fuentes de la investigación.

Estas mismas fuentes explicaron que esta información consta en las diligencias elaboradas por la Guardia Civil a partir de las declaraciones de los integrantes del grupo Otazua, así como de la documentación incautada en la operación. Sin embargo, el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska no incluyó estos datos en su auto del pasado sábado ya que los ha declarado secreto, indicaron las fuentes consultadas.

El grupo Otazua habría utilizado parte de los 1.500 kilos de explosivo que la banda almacenaba en Óbidos, una localidad cercana a Lisboa. Al menos 300 kilos estaban listos para ser utilizados de manera inminente cuando aquella base fue desmantelada el 5 de febrero de 2010.

El hallazgo del escondite de ETA en Óbidos fue posible tras la detención, un mes antes, de los terroristas Iratxe Yáñez y Garikoitz García, quienes fueron interceptados en la localidad zamorana de Bermillo de Sayago cuando trasladaban a la base portuguesa una furgoneta con material de la banda terrorista.

Según indicaron las fuentes consultadas, los terroristas encargados del mantenimiento de la base de Óbidos tenían la misión de suministrar los explosivos al grupo Otazua y llevárselos desde el país luso hasta la capital de España para que dicho grupo de terroristas, no fichados por las Fuerzas de Seguridad, llevasen a cabo el atentado. La desarticulación de la base de Óbidos truncó los planes terroristas.