El grupo de etarras no fichados que atentó contra la Ertzaintza actuaba de forma autónoma

(Libertad Digital) El consejero de Interior del Gobierno vasco, Javier Balza, ha informado que el agente de la Ertzaintza herido de gravedad en la emboscada etarra del pasado domingo en el alto de Herrera perderá un ojo a causa de los disparos recibidos en la cabeza. El ertzaina no tiene afecciones en el cerebro, que era el gran temor que tenía los médicos. No obstante, permanecerá ingresado en el Hospital de Santiago durante un periodo de tiempo "largo". El otro agente herido, que sufre lesiones leves, saldrá en breve del Hospital de Txagorritxu, en el que se encuentra ingresado.

Mientras tanto, la Policía autónoma vasca mantiene abierto el dispositivo de búsqueda de los dos terroristas huidos. Según informaron a Europa Press fuentes del Departamento de Interior del Gobierno vasco, los agentes continúan rastreando por el Puerto de Herrera y su entorno para localizar al etarra Asier Mardones Esteban y al tercer integrante del Grupo de “no fichados” que cometió la acción terrorista.

Balza ha afirmado que los tres etarras que tirotearon a una patrulla de la Ertzaintza "conformaban un grupo organizado” de no fichados dentro del "complejo Vizcaya", "aunque sin conexión directa" con el organizador de ETA en este territorio detenido hace diez días. Según las primeras investigaciones, "el atentado no demuestra que hubieran tenido una mala actuación: es una zona muy solitaria en la que, con una escopeta de postas, lo lógico es que se hubiera producido una inmovilización de la patrulla, que luego hubieran sido rematados con las pistolas", según informa EFE.

El consejero vasco añadió que "ese esquema de atentado" se ha dado en otras ocasiones con resultado de muerte, por ejemplo, la del oficial de la Ertzaintza Mikel Uribe, pero en la última "algo les habría fallado, no sólo por la oportunidad de los agentes de repeler el atentado, sino porque se habían cometido fallos en el vehículo que utilizaron de cebo y tuvieron que abandonar allí material y documentaciones, con las que se pudo identificar a los tres terroristas que habían actuado". Los etarras "actuaron con mucho descuido y, evidentemente, tuvieron que salir huyendo por la reacción afortunada de los ertzainas".