L D (EFE) El lehendakari, Juan José Ibarretxe, ha presentado este martes el plan, tras reunirse con sus dos socios de Gobierno Joseba Azkarraga (EA) y Javier Madrazo (EB), en el llamado "consejo político". El plan "para la paz y la convivencia" será enviado al Parlamento Vasco, y está abierto a las contribuciones del resto de partidos.
El plan tiene cinco ejes: la promoción de todos los derechos humanos, la solidaridad con las víctimas del terrorismo, la reparación a las víctimas del franquismo, la defensa de los derechos y libertades civiles y políticos, y la prevención de la tortura y defensa de los derechos de los presos y detenidos. De esta manera, se equipararía a las víctimas de ETA con los terroristas etarras.
El plan tiene como objetivo lograr "una sociedad reconciliada". Para ello, ha dicho Ibarrtexe que "el Gobierno y el consejo político queremos ser una agente activo para la búsqueda de la paz y para el desarrollo de una sociedad en convivencia". "El proceso de paz tiene que ser construido sobre la memoria de las víctimas, sobre la justicia y los derechos humanos", estos últimos referidos a los derechos de los presos etarras.
Conferencias con las víctimas
Por este motivo el Gobierno vasco ha iniciado una ronda de contactos con asociaciones de víctimas de toda España dentro de su estrategia para desactivar a las víctimas tras "el alto el fuego". Con esta iniciativa, el Ejecutivo de Ibarretxe pretende así acercarse a las víctimas. Maixabel Lasa, viuda de ex delegado de gobierno en el País Vasco, Juan María Jáuregui y Txema Urkijo han participado en una reunión celebrada en un centro cultural de Santiago de Compostela en nombre de la Oficina de Atención a las Víctimas del Gobierno vasco. En dicho encuentro han propuesto a la Asociación de victimas de Galicia realizar una visita al País Vasco, así como organizar charlas con las víctimas en ikastolas y universidades, que figurarían dentro de esta estrategia.
Algunos de lo que se encontraban presentes ha mostrado su desacuerdo. Es el caso de Eloy Ruiz Cortadi, una de las catorce víctimas presentes que ha dicho que "no sé si piensan llevarnos allí en una tanqueta a que demos una charla no sé con qué fin". Ha dicho además Cortadi que "primero hay que cribar a las víctimas de tal manera que sólo "queden las dóciles, las que digan que sí a lo que se las mande y a correr que son dos días". Esta ha sido la tercera reunión después de las celebradas en Andalucía y Cataluña.
Fuera de la mesa, Lasa ha llegado a cuestionar si se puede considerar víctima alguien a quien le han matado a su hermano y dos sobrinos, en clara alusión al presidente de la AVT, Francisco José Alcaraz.
"Un disfraz" para "engañar a las víctimas"
La presidenta del PP vasco ya ha manifestado su opinión tras conocer el anuncio de Ibarretxe. Tras una reunión de su grupo parlamentario, María San Gil manifestó que al lehendakari "se le debería caer la cara de vergüenza" por aprobar ahora un plan que "llega tarde porque debería haberlo presentado hace mucho tiempo". A su juicio, el documento es un "disfraz" con el que Ibarretxe "quiere hacernos creer que está por la paz, la convivencia y la reconciliación" y con el que, además, "quiere engañar a las víctimas, haciéndonos creer que está muy preocupado por ellas".
Señaló que el lehendakari "ya no nos engaña", al asegurar que "todos conocemos que el perfil y la voluntad política de Ibarretxe es construir el futuro de Euskadi de la mano de Otegi, camino de la Euskal Herria de los siete territorios". San Gil denunció que el plan pretende "acabar con las medidas legales que han contribuido a terminar con ETA", entre las que citó la Ley de Partidos, con el objetivo de que "Batasuna colabore en la vida política". Además, indicó que el documento no contiene "ningún tipo de autocrítica", cuando desde el Gobierno Vasco, en su opinión, "se están haciendo muchas cosas mal".