(Libertad Digital) Se trata de una decena de presos que en su mayor parte cumplían sus condenas en prisiones de Andalucía y que en la mayoría de los casos son de los llamados "históricos", antiguos dirigentes de la banda terrorista o asesinos con un historial especialmente sangriento que les da cierta preeminencia dentro de la banda, pero que en los últimos tiempos se habían desmarcado de la "línea oficial" y habrían mostrado sus reservas frente a la estrategia de los asesinatos y la violencia.
Tal y como relata el diario El Mundo en su edición de este miércoles, el Ministerio del Interior trata con esta medida (y con otras similares que se tomarán en las próximas fechas) de debilitar lo que la organización terrorista denomina "el frente de makos", es decir, la rama de la banda que controla y mantiene como parte de su estrategia a todos los presos etarras.
El ministro Rubalcaba ha puesto en marcha un equipo especial de seguimiento de los presos cuyo fin último es intentar debilitar a la banda creando disensiones entre los terroristas encarcelados. Para ello, se pretende mandar "señales positivas" a aquellos presos que muestren su rechazo a la violencia, que verían como eso les permitiría cumplir sus condenas con ciertos beneficios. Se espera así, que los presos menos radicales se sientan tentados a abandonar la "línea oficial" de la banda.
Visto bueno de Trillo
Estas medidas se habrían puesto en común con el interlocutor habitual de Rubalcaba en el PP, Federico Trillo, que siempre según El Mundo habría dado el visto bueno de los populares después de que el ministro de Interior le explicase su intención de utilizar los traslados de presos como una estrategia para debilitar a la banda terrorista.
Una lista sangrienta
Según las fuentes citadas por El Mundo, han sido trasladados a la cárcel zaragozana de Zuera el tristemente famoso etarra José Luis Urrusolo Sistiaga, hasta ahora en Córdoba; Carmen Guisasola, que estaba en Valencia; Francisco Múgica Garmendia, Pakito, que cumplía su condena en el Puerto de Santa María; José Ramón Martínez García, encarcelado en Lugo hasta este momento; y Koldo Aparicio, que cumplía su condena en la prisión de Algeciras.
A la cárcel asturiana de Villabona han ido Ignacio de Gracia Arregi, conocido como Iñaki de Rentería; y Carlos Almorza, Pedrito de Andoain, ambos hasta ahora en el Puerto de Santa María. También a esta prisión se ha trasladado Valentín Lasarte, el caso más sorprendente de todos, ya que este etarra es el asesino, entre otros, del popular Gregorio Ordoñez y nunca se ha arrepentido de sus crímenes, aunque, al parecer, sí ha criticado el último asesinato de la banda, el del empresario vasco Ignacio Uría.