El Gobierno responde a la ofensiva parlamentaria del PP con el mismo argumento del ex comisario de Vallecas

(Libertad Digital) Mariano Rajoy comenzó recordando los términos de la contundente sentencia por el caso Bono. "Los jueces –recordó Rajoy– dicen que el Gobierno mintió, que hubo detención ilegal, algo que no sucedía desde 1977". Respecto a las consecuencias políticas, el líder del PP añadió que "ustedes cesaron al Delegado del Gobierno pero no se puede quedar ahí".

 

El presidente del PP puso sobre la mesa la petición de una comisión de investigación "para saber quiénes son los responsables políticos". Además, exigió la "dimisión de José Antonio Alonso, que no puede seguir sentándose en el Consejo de Ministros porque su Ministerio [en referencia al de Interior] está condenado por atentar contra la libertad de las personas". Para Mariano Rajoy, "es un problema de calidad de democracia".

 

La respuesta del presidente del Gobierno se esperaba pero su formulación fue más allá en el tono: "Mientras no se demuestra lo contrario se sientan en el Consejo de Ministros los que estime conveniente el presidente del Gobierno". Zapatero dijo que Alonso "va a continuar en su puesto porque hizo muy buena gestión en ese ministerio en defensa de la seguridad, la libertad y los derechos de los ciudadanos".

 

Rajoy constató a Zapatero que el gobierno "no quiere asumir responsabilidades y al final unos funcionarios pagan sus decisiones políticas". Según el presidente del PP, Alonso "tiene que dimitir" porque la sentencia ha probado que los funcionarios "actuaron a instancias superiores, recibieron órdenes" políticas. Alonso, sin embargo, "negó en esta cámara que las detenciones fueran ilegales, apoyó al delegado del Gobierno cesado y acusó al PP de mentir cuando los jueces han demostrado que dijo la verdad". Rajoy acusó a Zapatero de ser el primer presidente desde el 77 cuya administración ha sido condenada por practicar detenciones políticas y le pidió que actúe como un "demócrata y dimita al ministro Alonso porque es un problema democrático en el que estamos envueltos".

 

La réplica del presidente del Gobierno tuvo un buscado doble sentido. Zapatero quiso dejar caer también la investigación del 11-M: "Este Gobierno respeta las decisiones judiciales, no cuestionamos ni la instrucción ni las pruebas que manejan los jueces. Sobre las responsabilidades políticas se apoyó en la única dimisión: "No hemos escurrido el bulto", dijo Zapatero que añadió que "sin tener responsabilidad el Delegado del Gobierno se ha hecho cargo en apoyo y solidaridad con la Policía". El alegato final fue para decir que con el PP se cercenaban derechos fundamentales: "Este es un país de democracia sólida, se disfruta de la libertad plenamente y está asegurado como nunca y nunca para más españoles". Dicho esto ridiculizó las protestas del PP: "Bufonadas como las esposas producen estupor y vergüenza ajena. No nos van a encontrar en la respuesta por respeto a esta institución democrática".

 

Sobre la agresión a Bono, Alonso al igual que los policías condenados dijo que "el señor Bono lo ha dicho y yo le creo, y además lo han dicho los tribunales ,y lo vio todo el mundo".  Alonso calificó de "penoso" el "asunto que se ha llevado por delante a tres policías, que actuaron en el marco del Estado de derecho".

 

Alonso reiteró en su respuesta lo dicho anteriormente a Acebes. Que su comportamiento fue "intachable" y volvió a ratificar todo lo dicho en la comparecencia en la comisión. El ex ministro de Interior insistió que "a Bono se le agredió. Era ministro de Defensa y merecía toda la credibilidad, reiteró que se le agredió y todo el mundo lo pudo ver". "Había indicio de delito y la obligación de la policía era investigar los hechos de manera profesional y autónoma sin ninguna interferencia política como por cierto dice sentencia claramente".