L D (Agencias) Así lo han anunciado este miércoles los ministros de Justicia y de Interior, Mariano Fernández Bermejo y Alfredo Pérez Rubalcaba, respectivamente, tras mantener una reunión en la que han analizado los puntos clave de la reforma del Código Penal, que prevé también que los delitos de terrorismo más graves, como los asesinatos, no prescriban.
Según han anunciado en rueda de prensa, las medidas de libertad vigilada podrán consistir en comparecencias judiciales periódicas, pulseras electrónicas de seguimiento del condenado, programas formativos de reinserción e incluso la castración química, en el caso de delincuentes sexuales y siempre y cuando lo acepte el penado.
Ninguna de ellas se aplicará con carácter retroactivo a los delincuentes que están ahora en prisión. Sólo se podrán establecer en las condenas que se dicten a partir de la entrada en vigor de la ley y así deberá constar en la propia sentencia.
La libertad vigilada para los delincuentes sexuales se contemplará para aquellos individuos con un pronóstico "negativo" de rehabilitación en el momento de su salida de prisión. Además de la libertad vigilada, el ministro de Justicia ha anunciado también la puesta en marcha de un registro de pederastas durante el primer trimestre de 2009.
Una base de datos que tendrá como objetivo que estas personas puedan ser identificadas "inmediatamente" y se pueda impedir, ha explicado Bermejo, que un pederasta condenado pueda trabajar con menores una vez haya salido de prisión.
En el caso de los terroristas, los dos ministros se han mostrado de acuerdo en que los tribunales impongan de forma obligatoria al acusado medidas de alejamiento de sus víctimas directas.
Rubalcaba ha reconocido que es muy difícil aplicar un alejamiento con carácter general con respecto a todas las víctimas del terrorismo, dado el alto número de personas que han sufrido atentados.
La reforma de Código Penal incluirá también un nuevo tipo penal para perseguir como asociación de malhechores a aquellos delincuentes que se organicen "de forma transitoria" para cometer un delito, como ocurre con los asaltos a chalés o a joyerías. Se trata, como ha indicado Fernández Bermejo, de "proteger mejor" a las víctimas de este tipo de hechos delictivos que producen gran alarma social.
La protección del menor tendrá una especial relevancia en la reforma del Código Penal, ya que se prevé el incremento de penas para los casos de agresión y abusos sexuales, prostitución y pornografía infantil.
Fernández Bermejo ha destacado como novedad un especial castigo para quienes capten a menores para "espectáculos pornográficos", y a los que ofrezca material pornográfico en el que han participado menores o cuando se ponga en peligro sus vidas.
El tráfico de menores practicado por las mafias de inmigración ilegal también será castigado con mayor dureza en el futuro Código Penal.
La intención del Gobierno es que los patrones de las pateras o cayucos que transporten menores hasta las costas españolas sean condenados con penas de hasta 12 años de prisión, casi el doble que en la actualidad.
Según han anunciado en rueda de prensa, las medidas de libertad vigilada podrán consistir en comparecencias judiciales periódicas, pulseras electrónicas de seguimiento del condenado, programas formativos de reinserción e incluso la castración química, en el caso de delincuentes sexuales y siempre y cuando lo acepte el penado.
Ninguna de ellas se aplicará con carácter retroactivo a los delincuentes que están ahora en prisión. Sólo se podrán establecer en las condenas que se dicten a partir de la entrada en vigor de la ley y así deberá constar en la propia sentencia.
La libertad vigilada para los delincuentes sexuales se contemplará para aquellos individuos con un pronóstico "negativo" de rehabilitación en el momento de su salida de prisión. Además de la libertad vigilada, el ministro de Justicia ha anunciado también la puesta en marcha de un registro de pederastas durante el primer trimestre de 2009.
Una base de datos que tendrá como objetivo que estas personas puedan ser identificadas "inmediatamente" y se pueda impedir, ha explicado Bermejo, que un pederasta condenado pueda trabajar con menores una vez haya salido de prisión.
En el caso de los terroristas, los dos ministros se han mostrado de acuerdo en que los tribunales impongan de forma obligatoria al acusado medidas de alejamiento de sus víctimas directas.
Rubalcaba ha reconocido que es muy difícil aplicar un alejamiento con carácter general con respecto a todas las víctimas del terrorismo, dado el alto número de personas que han sufrido atentados.
La reforma de Código Penal incluirá también un nuevo tipo penal para perseguir como asociación de malhechores a aquellos delincuentes que se organicen "de forma transitoria" para cometer un delito, como ocurre con los asaltos a chalés o a joyerías. Se trata, como ha indicado Fernández Bermejo, de "proteger mejor" a las víctimas de este tipo de hechos delictivos que producen gran alarma social.
La protección del menor tendrá una especial relevancia en la reforma del Código Penal, ya que se prevé el incremento de penas para los casos de agresión y abusos sexuales, prostitución y pornografía infantil.
Fernández Bermejo ha destacado como novedad un especial castigo para quienes capten a menores para "espectáculos pornográficos", y a los que ofrezca material pornográfico en el que han participado menores o cuando se ponga en peligro sus vidas.
El tráfico de menores practicado por las mafias de inmigración ilegal también será castigado con mayor dureza en el futuro Código Penal.
La intención del Gobierno es que los patrones de las pateras o cayucos que transporten menores hasta las costas españolas sean condenados con penas de hasta 12 años de prisión, casi el doble que en la actualidad.