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Salgado promete 11.000 millones en plena crisis para contentar a Cataluña

El Ejecutivo ha elevado sustancialmente la partida adicional del nuevo modelo de financiación para forzar un acuerdo a pocos días del plazo. Salgado no ha hablado de cifras pero el tripartito no ha disimulado su euforia. Hablan de hasta 3.855 millones para Cataluña, un tercio del total.

La vicepresidenta económica, Elena Salgado, escoltada por el secretario de Estado de Hacienda y el de Política Territorial, compareció este domingo ante los medios para hablar del nuevo modelo de financiación, cuya negociación se había complicado en las últimas horas, de nuevo, por las exigencias del tripartito catalán y en concreto de ERC. Lo primero que hizo Salgado fue anunciar la convocatoria para el 15 de julio, el día para el que lo había prometido Zapatero, del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF). La convocatoria de los medios en domingo se justificaba, dijo, por eso: había que enviar el borrador “72 horas antes”.

Salgado continuó su comparecencia denostando el anterior modelo, de 2001, para justificar el nuevo. Tras señalar que se han celebrado “más de cien reuniones con representantes de las comunidades autónomas” y reconocer a Pedro Solbes, su antecesor, el “fruto” de este trabajo “intenso”, ha señalado que el anterior sistema “ya estaba atrasado cuando entró en vigor” y no incluía mecanismos “para actualizarse” en función de la población. También alegó que era “muy poco transparente” y tenía “insuficiencias”. Tampoco, a su juicio, garantizaba “la prestación de servicios públicos fundamentales”.

Según anunció, el nuevo tendrá como objetivo “reforzar el estado de bienestar y garantizar a todos los ciudadanos que la prestación de los servicios públicos fundamentales va a contar con una financiación per capita igual en todas las comunidades” aunque habrá que ajustarlo en función de variables como la superficie, la insularidad o la población en edad escolar.

Apuntó que “por primera vez” se establecería la garantía  de que se dedique el “80 por ciento de los recursos totales” a la prestación de “servicios públicos fundamentales”. También indicó que con ello se reducirían “las diferencias en la financiación per capita, que han sido con el sistema actual de casi cuarenta puntos” y que, con el nuevo, “se van reduciendo” hasta quedar, dijo, en menos de 30 puntos.

El modelo, que se actualizará anualmente, incorpora mayor corresponsabilidad fiscal al ceder el 50% del IVA y del IRPF y el 58% de los Impuestos Especiales.

La posición de Cataluña

En una comparecencia donde las cifras concretas estaban brillando por su ausencia, el anuncio llegó cuando la vicepresidenta segunda adelantó que con el nuevo modelo, los recursos adicionales serían "ligeramente superiores a los 11.000 millones" de euros en 2012, cuando se aplique en su totalidad.

Añadió que la reforma entrará en vigor desde el 1 de enero de 2009 y que se irá poniendo en marcha de forma gradual hasta el año 2012, cuando habrá aportado esta cantidad adicional sobre el sistema actual.

En el turno de preguntas, la ministra fue repetidamente interrogada sobre la situación en que quedarían Cataluña y el resto de comunidades. Salgado evitó hablar de cantidades concretas y dijo que el borrador esas “previsiones” no constaban pero que luego cada presidente era libre de hacer sus cálculos y anunciarlos. Ella, advirtió, no haría comentarios. Sí aseguró que con el nuevo modelo todas las comunidades autónomas van a estar un poco más cerca de la media y, en el caso concreto de Cataluña, admitió que se situará "ligeramente por encima". "Todas las comunidades se van a aproximar más a la media", reiteró.

Las reacciones

El primero en tomar postura tras la comparecencia de la vicepresidenta fue Cristóbal Montoro, en nombre del PP. Apuntó que el nuevo modelo sólo serviría para generar más déficit y paro y vaticinó una nueva subida de impuestos para sufragarlo. También lo tachó de antisocial.

No quiso hablar, sin embargo, de la postura de las comunidades autónomas gobernadas por el PP, que a esa hora comenzaban a analizar el borrador enviado desde Madrid. Un borrador que no contenía cifras y del que debían deducir cuál sería el importe que les correspondería en virtud del nuevo modelo y de los anunciados 11.000 millones de euros de la partida adicional.

Gobiernos como el de Madrid o la Comunidad Valenciana prefierieron no adelantar posturas hasta revisar el acuerdo. Desde Galicia, Feijóo censuró el papel preponderante de ERC en las negociaciones. Mientras, las comunidades socialistas comenzaban a celebrarlo. Pero sin duda, quienes más entusiastas se han mostrado con el acuerdo han sido los integrantes del tripartito catalán, protagonistas de la complicada negociación de las nuevas cuentas del Gobierno. Esquerra se ha adjudicado el triunfo de lograr 3.855 millones para Cataluña mientras Montilla hablaba de "victoria de la justicia". Este lunes continuarán las valoraciones y comenzará a conocerse la letra pequeña del pacto.

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