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El Gobierno ordena a la Guardia Civil en el País Vasco que no salga de los cuarteles para "no provocar" a los proetarras

Los agentes de la Benemérita que están destinados en el País Vasco han recibido órdenes de no salir a la calle más de lo estrictamente necesario, según publica este sábado La Gaceta. Según fuentes de la Asociación Independiente de la Guardia Civil (Asigc), el objetivo de esta iniciativa es "no provocar" a los jóvenes proetarras que practican el terrorismo callejero estos últimos días. "Estamos aplicando servicios mínimos", explica uno de los guardias afectados. Según el rotativo, estas ordenanzas se remontan a principios de septiembre y, aunque los agentes no lo quieren precisar, su origen hay que buscarlo en el Ministerio del Interior. La Consejería vasca de Interior ha instado a los escoltas de los amenazados por ETA a que extremen las medidas de seguridad. Por su parte, los escoltas han dado "fialibilidad absoluta" a este anuncio.

Los agentes de la Benemérita que están destinados en el País Vasco han recibido órdenes de no salir a la calle más de lo estrictamente necesario, según publica este sábado La Gaceta. Según fuentes de la Asociación Independiente de la Guardia Civil (Asigc), el objetivo de esta iniciativa es "no provocar" a los jóvenes proetarras que practican el terrorismo callejero estos últimos días. "Estamos aplicando servicios mínimos", explica uno de los guardias afectados. Según el rotativo, estas ordenanzas se remontan a principios de septiembre y, aunque los agentes no lo quieren precisar, su origen hay que buscarlo en el Ministerio del Interior. La Consejería vasca de Interior ha instado a los escoltas de los amenazados por ETA a que extremen las medidas de seguridad. Por su parte, los escoltas han dado "fialibilidad absoluta" a este anuncio.
(Libertad Digital) El periódico La Gaceta de los Negocios publica este sábado que los agentes de la Guardia Civil que trabajan en la provincia de Guipúzcoa han recibido órdenes de no salir a la calle más de lo estrictamente necesario. El objetivo, según fuentes de la Asociación Independiente de la Guardia Civil (Asigc), es “no provocar” a los jóvenes proetarras que durante los últimos días han causado numerosos incidentes de terrorismo callejero. 
 
“Claro, es que con estar allí, según ellos, ya estamos provocando”, comenta enfadado un agente del cuerpo, que prefiere no ser identificado. Según los agentes consultados, las órdenes se remontan, a principios de septiembre y, aunque los guardias civiles no lo quieren precisar según el rotativo, su origen hay que buscarlo en el Ministerio del Interior.
 
Según el rotativo, el Gobierno cumple con una de las condiciones que la banda terrorista ETA viene solicitando en sus últimos comunicados: que se ponga fin a la represión de que es objeto el mundo proetarra por parte de las fuerzas de seguridad y los jueces. Por un lado, como se ha indicado, los agentes reducen las salidas y los controles para dar una imagen de menos acoso a los violentos.

El rotativo afirma que los agentes de la Benemérita se encuentran recluidos en los cuarteles, a excepción de aquellos que tienen que salir para labores básicas. “Estamos aplicando servicios mínimos”, dice uno de los guardias afectados. Según la Gaceta, "la relajación del cuerpo de seguridad más importante en lo relativo a la lucha antiterrorista conlleva una disminución lógica de la pelea contra la banda ETA, a cuyos miembros se ha dejado de investigar". ASIG también informa que el número de controles ha disminuido de manera considerable en los últimos días y que salidas se limitan a la realización de los servicios especiales (transporte de explosivos u otros temas relacionados) y a los asuntos rutinarios como el tradicional patrullaje.

Por otra parte, y para contrarrestar este descenso de la actividad operativa, recientemente se ha incrementado en 30 el número de efectivos dedicados a los Servicios de Información. Después de que los etarras aparecieron en el monte de Oyarzun (Guipúzcoa) hace una semana, disparando al aire, el Ministerio del Interior dio la orden de completar con más personal los citados servicios. Alrededor de 1.500 guardias civiles, repartidos en siete cuarteles, están destinados actualmente en Guipúzcoa. El centro más importante se encuentra en el barrio donostiarra de Inchaurrondo. También existen cuarteles en Oñate, Villafranca de Ordicia, Tolosa, Zarauz, Eibar e Irún.

Las nuevas órdenes se encuadran dentro de la línea marcada por el Ministerio tras la tregua. Como reveló La Gaceta el martes pasado, los agentes de la Guardia Civil han estado vigilándose entre ellos, por órdenes de Madrid, para evitar que se produzcan filtraciones de información al Partido Popular o a los medios de comunicación. Al mismo tiempo, la relajación en la lucha antiterrorista llevó a Interior a trasladar a casi una veintena de agentes de elite del Grupo Antiterrorista Rural (GAR) de la Guardia Civil a las embajadas de Israel y del Líbano.

Tal y como informó La Gaceta el día 22 de septiembre, los guardias especializados en la lucha contra los terroristas en los montes del País Vasco han reducido plantilla. El objetivo era fortalecer la protección en aquellos lugares más conflictivos y castigados por la guerra, como eran los mencionados países. La Guardia Civil se encuentra en el centro de la polémica debido a su carácter de fuerza antiterrorista en el País Vasco, además de a su marcado perfil tradicionalmente relacionado con todo lo español.

Este último motivo, de hecho, es lo que ha provocado el odio por parte de todos los abertzales, y lo que ha hecho que se haya optado por ordenar quedarse en el cuartel el mayor tiempo posible. Sin embargo, consiguió el objetivo contrario. La Policía Autónoma Vasca fue, efectivamente, al municipio minutos antes del inicio de la marcha. Pero no para disuadir a los convocantes, sino para escoltarlos. No sólo permitió que el acto se celebrara, sino que estuvo junto a los abertzales para que nadie tratara de provocar altercados.

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