LD (Agencias) Jiménez convocó esta entrevista con el objetivo de preguntarle al embajador venezolano qué quería decir "exactamente" Chávez con estas declaraciones y cuál era el alcance del anuncio. Chávez afirmó el domingo en Maracaibo que congelaba las relaciones entre Venezuela y Colombia en un acto en el que añadió: "Es como el caso de España, pues. Hasta que el Rey de España no se disculpe, yo congelo las relaciones con España, porque aquí hay dignidad... dignidad".
Al término del encuentro con el embajador venezolano, Jiménez ha considerado que las relaciones entre los dos países no se han alterado en las últimas semanas desde que el Rey mandara callar a Chávez en la Cumbre Iberoamericana de Chile. Horas antes de la reunión, la secretaria de Estado aseguraba a los medios de comunicación que el episodio de la cumbre no ha acarreado ninguna consecuencia, ya que tanto las relaciones diplomáticas como las económicas "siguen funcionando".
"No hay absolutamente ninguna empresa que nos haya comentado que se haya visto afectada en su relación, sus inversiones y su trabajo allí, no solamente hoy sino desde hace dos semanas", ha añadido. Por su parte, el embajador de Venezuela, Alfredo Toro, ha indicado a la salida de la reunión que las relaciones entre los dos países "tienen un futuro común más allá de los altibajos".
El diplomático venezolano, quien ha calificado el encuentro como una reunión "rutinaria" y "cordial de trabajo", ha incidido en que el futuro de las relaciones seguirá enmarcado en los vínculos que unen a España y Venezuela como unas tradiciones compartidas y un lenguaje común.
Para el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino León, el mensaje de ayer de Chávez "no se aleja mucho de lo que ha venido diciendo estos días". Así, lo ha enmarcado en la "serie reiterada de declaraciones" del mandatario venezolano, que el Ejecutivo de Madrid ha "ido interpretando como una estela del mismo incidente".
En este sentido, preguntado por la posibilidad de que el Rey o el Gobierno pidan disculpas a Chávez, Bernardino León ha optado por situar los hechos "en sus justos términos" y ha recordado la "familiaridad" con que se tratan los jefes de Estado en las Cumbres Iberoamericanas.
Por su parte, el líder del PP, Mariano Rajoy, ha reiterado que tanto él como su partido mantienen su "pleno apoyo" al Rey y ha incidido en que es necesaria una política exterior que garantice el respeto a España, a las instituciones y a los inversores españoles en el extranjero. Rajoy ha reprochado al Gobierno su tibia respuesta al mandatario venezolano tras el incidente de la Cumbre de Chile y ha insistido en que la política exterior es un asunto "capital" que debe acordarse entre todos.
Al término del encuentro con el embajador venezolano, Jiménez ha considerado que las relaciones entre los dos países no se han alterado en las últimas semanas desde que el Rey mandara callar a Chávez en la Cumbre Iberoamericana de Chile. Horas antes de la reunión, la secretaria de Estado aseguraba a los medios de comunicación que el episodio de la cumbre no ha acarreado ninguna consecuencia, ya que tanto las relaciones diplomáticas como las económicas "siguen funcionando".
"No hay absolutamente ninguna empresa que nos haya comentado que se haya visto afectada en su relación, sus inversiones y su trabajo allí, no solamente hoy sino desde hace dos semanas", ha añadido. Por su parte, el embajador de Venezuela, Alfredo Toro, ha indicado a la salida de la reunión que las relaciones entre los dos países "tienen un futuro común más allá de los altibajos".
El diplomático venezolano, quien ha calificado el encuentro como una reunión "rutinaria" y "cordial de trabajo", ha incidido en que el futuro de las relaciones seguirá enmarcado en los vínculos que unen a España y Venezuela como unas tradiciones compartidas y un lenguaje común.
Para el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino León, el mensaje de ayer de Chávez "no se aleja mucho de lo que ha venido diciendo estos días". Así, lo ha enmarcado en la "serie reiterada de declaraciones" del mandatario venezolano, que el Ejecutivo de Madrid ha "ido interpretando como una estela del mismo incidente".
En este sentido, preguntado por la posibilidad de que el Rey o el Gobierno pidan disculpas a Chávez, Bernardino León ha optado por situar los hechos "en sus justos términos" y ha recordado la "familiaridad" con que se tratan los jefes de Estado en las Cumbres Iberoamericanas.
Por su parte, el líder del PP, Mariano Rajoy, ha reiterado que tanto él como su partido mantienen su "pleno apoyo" al Rey y ha incidido en que es necesaria una política exterior que garantice el respeto a España, a las instituciones y a los inversores españoles en el extranjero. Rajoy ha reprochado al Gobierno su tibia respuesta al mandatario venezolano tras el incidente de la Cumbre de Chile y ha insistido en que la política exterior es un asunto "capital" que debe acordarse entre todos.
La portavoz del PSOE en la Comisión de Exteriores del Congreso, Fátima Aburto, relacionaba el aumento de la tensión diplomática por parte del dirigente bolivariano con la crisis interna abierta a raíz del proyecto de reforma de constitución que otorga plenos poderes a Hugo Chávez y que está pendiente de votación.
Fátima Aburto consideró que “mientras lo siga diciendo en ese tono, en su propia casa y no nos lo espete en la cara”, el Gobierno socialista se mantendrá a la espera de un cambio de actitud; extremo, añadió, que “estará bastante relacionado con las elecciones del día 2” de diciembre en la que se refrendará o no, la reforma constitucional. Par Aburto, el dirigente boliviariano empieza “a poner nervioso a todo el mundo”.