(Libertad Digital) El Gobierno ha anunciado la prórroga de la misión de los 623 militares que se encuentran en Kosovo a pesar de la situación de "alegalidad" existente por la proclamación unilateral de independencia de esta región balcánica. Y aún más cuando este hecho ha supuesto un ejemplo a seguir para los nacionalistas en España en pos de su objetivo de conseguir una posible secesión.
La misión española lleva presente en Kosovo desde 1999 bajo el amparo de la OTAN y Naciones Unidas a través de la resolución 1244, que dice que las tropas velarán para permitir que los kosovares puedan "disfrutar de una autonomía sustancial dentro de la República Federal de Yugoslavia". Evidentemente, esta situación ha cambiado, y más aún cuando España no reconoce la independencia de Kosovo, por lo que la operación ya carece del objetivo inicial de los militares españoles.
Según informa ABC, el Gobierno no tiene previsto modificar esta situación sino que lo único que se hará es eliminar el límite de los 3.000 soldados en el extranjero. En este sentido, las tropas españolas se encuentran en una situación incómoda debido a que el resto de países participantes en la misión de la KFOR trabajan en la construcción de la República de Kosovo mientras que nuestros soldados siguen obedeciendo las directrices de la resolución de poner paz entre serbios y albanokosovares.
De hecho, los anteriores ministros de Defensa, José Bono y José Antonio Alonso, aseguraron en su momento que retirarían a las tropas españolas si se producía una proclamación unilateral de independencia de Kosovo. Sin embargo, para justificar esta presencia, y no quedar mal con algunos socios europeos, Carmen Chacón indicó que "España no acepta las declaraciones unilaterales de independencia por considerarlas contrarias al Derecho Internacional, que tiene como uno de sus fundamentos el respeto a la integridad territorial de los Estados". Mientras tanto, el Partido Popular pedirá en el Congreso que se produzca una "salida responsable" de las tropas españolas.