El Gobierno dice que las armas vendidas a Israel no eran para fines bélicos

En una respuesta escrita dirigida al diputado de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, el Gobierno asegura que ninguna de las operaciones que se autorizó con Israel ha vulnerado la ley de control del comercio exterior de venta de armamento.

España vendió a Israel material de defensa por valor de 5,8 millones de euros desde 2005 a 2008, ambos inclusive, principalmente equipos electrónicos para su integración en sistemas de aeronaves de otros países; municiones de entrenamiento y componentes de pistolas deportivas. A esta cantidad, se unen los 2,6 millones en concepto de exportaciones de productos y tecnología de doble uso durante el mismo período.

Según dice el Gobierno, "ningún material de defensa o de doble uso español ha sido empleado en acciones que perturben la paz, la estabilidad o la seguridad, o que hayan podido exacerbar las tensiones en la zona", como cita la ley en uno de sus artículos. Tampoco se han utilizado "con fines de represión interna o en situaciones de violación de los derechos humanos", se añade.

El Gobierno explica que las exportaciones de armamento se derivan "en gran medida" de acuerdos y convenios firmados entre los Ministerios de Defensa de ambos países, fundamentalmente en el desarrollo de programas de cooperación en el ámbito militar. Estos convenios, según el Ejecutivo, dotan a las Fuerzas Armadas españolas de "un suministro de equipos y una tecnología de importancia vital para nuestra seguridad".

En el caso del material de defensa, apunta el Gobierno, se trata "en su mayoría" de envíos de equipos que son "reexportados a otros países después de ser incorporados a sistemas de defensa en Israel". Respecto a los productos y tecnologías de doble uso, se asegura que "prácticamente todas las operaciones han tenido un uso civil", relativas a tarjetas electrónicas o sustancias químicas.

El Gobierno recuerda que la política seguida con Israel ha sido "enormemente cautelosa" desde 2001 después de la denominada como "segunda Intifada palestina". Desde esa fecha, se informa, "no se ha autorizado la exportación definitiva de ningún armamento, ni equipo que resultasen letales", salvo munición para pruebas de laboratorio, ni que pudiesen "ser empleados como material antidisturbios".