En rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, el vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha anunciado que la ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, ya ha trasladado al embajador de Venezuela el "profundo malestar" del Ejecutivo socialista ante los ataques "inaceptables e injustificables", ha dicho, vertidos por el Gobierno venezolano a varios ministros y políticos españoles a cuenta de la presencia de etarras en el país caribeño.
"Existe un profundo malestar en relación con la nota que desde la Cancillería Venezolana se vierten acusaciones inaceptables e injustificables y así se lo ha hecho saber la ministra de Exteriores (Trinidad Jiménez) al embajador venezolano en España con el que ha hablado esta misma mañana durante la reunión del Consejo de Ministros", ha explicado Rubalcaba.
El también ministro del Interior ha añadido que el Gobierno "quiere que la colaboración con Venezuela se mejore y se va a seguir trabajando para ello". "Pero eso no impide que cuando haya una posición pública que nos parece inaceptable e injustificable, lo digamos", ha apostillado.
En la nota, el régimen de Chávez rechazaba "tajantemente" las recientes declaraciones del vicepresidente, Alfredo Pérez Rubalcaba, la ministra de Asuntos Exteriores y Cooperación, Trinidad Jiménez; y el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, por "asociar al pueblo y al Gobierno de Venezuela con la banda terrorista ETA".
El Ejecutivo presidido por Chávez dice ver como una "demostración de cobardía política" lo que a su entender es una intención de "justificar" el fracaso de España en la lucha contra ETA, "intentando endorsárselo al Gobierno y al pueblo de Venezuela, país históricamente extraño a este violento fenómeno cuya única raíz y razón de ser se encuentra en España".