L D (Agencias) A través de una nota distribuida a la prensa, el Gobierno ha difundido una lista de los atentados contra intereses o ciudadanos españoles en el extranjero y de los cometidos en España por el fundamentalismo islámico desde 1971. Según el Ejecutivo, esta nota viene a desmontar los argumentos de la oposición tras los atentados de Casablanca. A este listado, precisamente, se refirió este lunes el presidente del Gobierno, José María Aznar, en un acto electoral en Baleares, donde acusó de “frivolidad” al líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, por vincular los atentados de Casablanca con la posición del Ejecutivo en la guerra de Irak.
Pero Zapatero no fue el único miembro del PSOE que identificó los atentados con la guerra. También lo hicieron Felipe González, Jesús Caldera, Manuel Chaves y Manuel Marín. Según dijeron, la guerra de Irak es el “semillero”, “ha sembrado el odio” y da como fruto la extensión del terrorismo. El PSOE salió en tromba con este argumento para decirle a los electores que Aznar es el culpable de que las bombas fundamentalistas se acerquen a España. Incluso Gaspar Llamazares, líder de IU, llegó a decir que el presidente ha convertido a los ciudadanos españoles en “objetivo militar dentro y fuera de España” a causa de su apoyo a la política antiterrorista de Estados Unidos.
Sin embargo, a última hora de la tarde de este lunes, Aznar contestaba a todas estas acusaciones. Antes ya lo habían hecho Javier Arenas, Jaime Mayor Oreja y Mariano Rajoy, que llegó a exigir al PSOE una rectificación pública por la grave irresponsabilidad de llevar la masacre de Casablanca al terreno de campaña electoral. En Palma de Mallorca, ante unas 7.000 personas, el presidente del Gobierno confió en que nadie siga los “consejos letales de un señor llamado Zapatero”. Según Aznar, el líder del PSOE “ha intentado una vez más subirse al tren de la frivolidad, de la irresponsabilidad”.
Para apoyar sus argumentos, Aznar dijo que “lo que nos ha propuesto el señor Zapatero es que retrocedamos ante el terrorismo islámico y, además, ha propuesto que los agresores de Casablanca marquen las líneas de la política exterior española”, y recordó que en los últimos treinta años se han producido 51 actos del terrorismo islámico contra españoles o intereses españoles, treinta de ellos durante los Gobiernos socialistas. “¿Es que cuando eso ha sucedido se le ha ocurrido a alguien poner en cuestión las cosas fundamentales de la seguridad y la política del país?”, se preguntó Aznar para plantear a continuación que el PSOE ha lanzado esta asociación de ideas entre la guerra y los atentados debido a “la ambición desmedida” de Zapatero.
Pero Zapatero no fue el único miembro del PSOE que identificó los atentados con la guerra. También lo hicieron Felipe González, Jesús Caldera, Manuel Chaves y Manuel Marín. Según dijeron, la guerra de Irak es el “semillero”, “ha sembrado el odio” y da como fruto la extensión del terrorismo. El PSOE salió en tromba con este argumento para decirle a los electores que Aznar es el culpable de que las bombas fundamentalistas se acerquen a España. Incluso Gaspar Llamazares, líder de IU, llegó a decir que el presidente ha convertido a los ciudadanos españoles en “objetivo militar dentro y fuera de España” a causa de su apoyo a la política antiterrorista de Estados Unidos.
Sin embargo, a última hora de la tarde de este lunes, Aznar contestaba a todas estas acusaciones. Antes ya lo habían hecho Javier Arenas, Jaime Mayor Oreja y Mariano Rajoy, que llegó a exigir al PSOE una rectificación pública por la grave irresponsabilidad de llevar la masacre de Casablanca al terreno de campaña electoral. En Palma de Mallorca, ante unas 7.000 personas, el presidente del Gobierno confió en que nadie siga los “consejos letales de un señor llamado Zapatero”. Según Aznar, el líder del PSOE “ha intentado una vez más subirse al tren de la frivolidad, de la irresponsabilidad”.
Para apoyar sus argumentos, Aznar dijo que “lo que nos ha propuesto el señor Zapatero es que retrocedamos ante el terrorismo islámico y, además, ha propuesto que los agresores de Casablanca marquen las líneas de la política exterior española”, y recordó que en los últimos treinta años se han producido 51 actos del terrorismo islámico contra españoles o intereses españoles, treinta de ellos durante los Gobiernos socialistas. “¿Es que cuando eso ha sucedido se le ha ocurrido a alguien poner en cuestión las cosas fundamentales de la seguridad y la política del país?”, se preguntó Aznar para plantear a continuación que el PSOE ha lanzado esta asociación de ideas entre la guerra y los atentados debido a “la ambición desmedida” de Zapatero.