LD (J. Arias Borque) Sólo la pericia del comandante y de los más de cincuenta miembros de la tripulación del S-74 Tramontana logró evitar el pasado 11 de diciembre una tragedia en las Fuerzas Armadas españolas. El submarino de la Armada se encontraba realizando maniobras en la costa murciana, exactamente en el cabo Tiñoso, sumergido a unos trescientos metros, cuando se detectó una fuga de agua de 5 centímetros en la cámara central del submarino.
La tripulación del submarino consiguió sacarlo a flote y, tras las comprobaciones apropiadas, el S-74 Tramontana regresó a su Base en Cartagena para continuar con sus actividades derivadas del periodo de mantenimiento programadas.
Según la respuesta escrita del Gobierno al parlamentario Arsenio Fernández de Mesa (PP), que había registrado varias preguntas al respecto en el Congreso de los Diputados, cinco meses después del accidente, “equipos técnicos especializados de la Armada Española y de Navantia -empresa encargada del programa de mantenimiento del submarino- están estudiando el caso. Una vez se hayan aclarado todas las circunstancias y se hayan elevado las conclusiones, se propondrán, en caso de necesidad, las actuaciones correctoras y medidas a tomar para seguir garantizando la máxima seguridad de los submarinos”.
Además, y también tras una pregunta formulada por el diputado popular, el Ejecutivo dice que estudia si condecorará a la tripulación del submarino. “El Ministerio de Defensa, a la vista de las actuaciones efectuadas por algunos miembros de la dotación, valorará, conforme a la legislación vigente, si éstas son merecedoras de recompensa”.