L D (Agencias) Según cuenta el diario ABC, el embajador de Marruecos ante la ONU, Mohamed Benouna, se mostró este martes exultante ante la llegada de los socialistas al poder y el giro en la política española hacia su antigua colonia. Benouna resaltó el énfasis que hizo Zapatero en Casablanca en "iniciar un diálogo intenso para llegar a un acuerdo entre las partes".
Para el diario de Vocento "el acercamiento a Francia y a Marruecos, uno de los ejes de la política del Gobierno socialista, empezó a cobrar cuerpo no sólo con la visita que Zapatero hizo al vecino del sur, en la que no mencionó el Plan Baker y pidió que 'no haya posturas absolutamente irrenunciables', sino en el Consejo de Seguridad de la ONU". Este martes se debatió a puerta cerrada la cuestión del Sahara en el Consejo de Seguridad de la ONU. La prórroga de seis meses de la Minurso se firmará este jueves. Según ABC, la postura mantenida por España fue una rotunda sorpresa para algún embajador árabe y para los representantes del Polisario. Los representantes españoles no hicieron mención al plan elaborado por el ex secretario de Estado James Baker.
Ahmed Bujari, representante del Polisario ante la ONU, no ocultaba su desazón ante lo que calificó de "giro anunciado públicamente por los nuevos gobernantes españoles. Ya ni siquiera se refieren al Plan Baker y lo sustituyen por un llamamiento que es la cuadratura del círculo: un gran acuerdo entre las partes".
Este frente, de confirmarse, podría abrir un nuevo agujero en la alianza de Gobierno del PSOE con los grupos minoritarios. Según teletipo de la Agencia EFE, los representantes de tres grupos del Parlamento catalán (CiU, ERC e ICV-EUiA) expresaron su "solidaridad" con la lucha del Frente Polisario para que se reconozca el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui. Los tres grupos de la Cámara catalana han reclamado "una nueva etapa" de mayor compromiso en favor del pueblo saharaui por parte del Gobierno central. Diputados de todos los grupos de la cámara catalana (CiU, PSC, ERC, PPC e ICV-EUiA) viajaron la semana pasada a diversos territorios del Sahara para conocer la situación en la que se encuentra el pueblo saharaui y mostrar la solidaridad del Parlament con el Frente Polisario.
Durante la intervención del presidente del Gobierno en el Congreso para explicar la retirada de las tropas, algunos grupos le preguntaron sobre esta cuestión. Zapatero mantuvo una ambigüedad calculada. El Presidente consideró conveniente insistir en la posición de su Gobierno sobre "el conflicto histórico del Sáhara y las reivindicaciones que todos conocemos, que tanta solidaridad tienen en nuestro pueblo y han tenido tradicionalmente en nuestra Cámara". Para Zapatero, para lograr "un futuro de estabilidad, de paz en el Magreb" sólo hay "un procedimiento: un acuerdo de todas las partes, que tiene que liderar las Naciones Unidas".
En línea con lo que declaró el pasado sábado en Casablanca (Marruecos), Rodríguez Zapatero dijo que el acuerdo debe contar con el respaldo de todas las partes, que "tendrán que hacer un esfuerzo y en el que el Gobierno español va a ayudar constructivamente con diálogo entre todos". Zapatero precisó que esa solución debe lograrse "en torno a las iniciativas del Plan Baker, que tiene ahora una prórroga", para que "pueda consumarse en un gran acuerdo que ponga final al conflicto del Sáhara". Entre líneas se puede extraer la apertura del diálogo (la posición de acuerdo entre las partes y el apoyo al referéndum era la postura conocida de España desde 1975) cunado el pasado fin de semana Zapatero pidió en Marruecos que "no haya posturas absolutamente irrenunciables".
En línea con lo que declaró el pasado sábado en Casablanca (Marruecos), Rodríguez Zapatero dijo que el acuerdo debe contar con el respaldo de todas las partes, que "tendrán que hacer un esfuerzo y en el que el Gobierno español va a ayudar constructivamente con diálogo entre todos". Zapatero precisó que esa solución debe lograrse "en torno a las iniciativas del Plan Baker, que tiene ahora una prórroga", para que "pueda consumarse en un gran acuerdo que ponga final al conflicto del Sáhara". Entre líneas se puede extraer la apertura del diálogo (la posición de acuerdo entre las partes y el apoyo al referéndum era la postura conocida de España desde 1975) cunado el pasado fin de semana Zapatero pidió en Marruecos que "no haya posturas absolutamente irrenunciables".