"El Gitanillo" confirma que Trashorras le dijo a "El Chino" que no se olvidara de coger "las puntas y tornillos"
En una declaración totalmente dirigida por la fiscal Olga Sánchez, Gabriel Montoya Vidal, "El Gitanillo" declaró este martes en el juicio del 11-M. En el momento de los atentados "El Gitanillo" era menor de edad. Fue acusado en 2004 de participar en el robo y transporte de explosivos desde Asturias a Madrid, donde supuestamente se los entregó a "El Chino". Gabriel Montoya Vidal confirmó que cuando acompañó a Suárez Trashorras, a "El Chino", conocido también como "Mowgly", y a dos personas más de raza árabe hasta la mina donde -según dijo- cogieron explosivos, escuchó al ex minero decirle a "El Chino" que no se olvidara de coger "las puntas y tornillos, que estaban quince metros más adelante".
(Libertad Digital) El último declarar en la vigésima sesión del juicio del 11-M fue Gabriel Montoya Vidal, "El Gitanillo". En el momento de los atentados era menor de edad y fue condenado por el juez de menores de la Audiencia Nacional. Se le acusó de participar en el robo y transporte de explosivos desde Asturias a Madrid para entregárselos a los presuntos autores de la masacre.
Este lunes compareció ante el tribunal y contestó a las preguntas totalmente dirigidas que le realizó la fiscal Olga Sánchez. Preguntas que contenían, por sí mismas, la respuesta. No satisfecha con ello, la representante del Ministerio Público llegó a poner en boca de "El Gitanillo" afirmaciones que él nunca pronunció ya que, según dijo, no se acordaba bien. Montoya Vidal, que ya tiene 19 años, dijo que conoció a Suárez Trashorras en 2003, aunque fue la fiscal la que concretó más: "en otoño-invierno".
"El Gitanillo", a instancias de la fiscal, recreó el viaje que realizó a Madrid por órdenes de Suárez Trashorras con una bolsa, supuestamente cargada de explosivos, que entregó a "El Chino", también conocido como "Mowgly", según dijo. El ex minero le entregó dicha bolsa de deporte en el garaje de su casa para llevarla a Madrid. Cogió un autobús de la compañía ALSA por la noche, con lo que llegó a la capital sobre las 7 de la mañana. Trashorras le había entregado un teléfono móvil. Cuando llegó a la estación de autobuses llamó a ese número y "vino un señor (Mowgly) a coger la mochila". Regresó a Avilés y José Emilio Suárez Trashorras le pagó por el servicio "1.000 euros".
Dice que volvió a ver a Mowgly en Avilés con Suárez Trashorras días después de su viaje a Madrid. Aunque "El Gitanillo" no fue capaz de precisar la fecha, la fiscal dio por hecho que fue en febrero. Recordó que una tarde acompañó a José Emilio, a "Mowgly" y otros dos "moros" hasta Mina Conchita. Según la fiscalía, esos dos "moros" eran Abdenabi Kounjaa y Mohamed Oulad Akcha, que fallecieron junto a "El Chino" en Leganés. Él se quedó en la barrera y vio a Suaréz Trashorras, a lo lejos, hablando con dos personas que iban con un mono de trabajo azul. Al regresar le dijo "Esto ya está hecho".
Cuando regresaron a Avilés, "El Chino" y las otras dos personas de raza árabe se fueron "creo que a comprar unas mochilas". Después se fueron otra vez a la mina. Esta vez "El Gitanillo" fue con "El Chino" en un coche blanco. ¿"Un Ford Scord"? le preguntó la fiscal. "Sí, puede ser", contestó Montoya Vidal. "Y el Golf iba detrás".
"Yo me quedé en el coche y los otros se fueron a la mina". "Antes fueron a recoger unas botas de montaña que se las iba a dejar José Emilio a Mowgly, porque él llevaba unos zapatos. Me dijo José Emilio que me quedara ahí por si venía la Policía", dijo. Llevaban "cuatro o cinco mochilas grandes de color oscuro". Mientras esperaba se quedó dormido pero calcula que en estuvieron en la mina hora y media. "Las mochilas bajaban llenas de explosivos. Le pregunté más tarde (a Trashorras) para qué querían los explosivos y me dijo que era para robar joyerías, para reventar los cristales, aunque no me dijo cuáles". Fueron entonces a Avilés, al garaje de Suárez Trashorras. Vaciaron las mochilas y metieron los explosivos en el Toyota Corolla.
"El Chino" y sus acompañantes volvieron a ir a la mina, pero se perdieron, así que Trashorras y Montoya fueron a buscarlos a un pueblecito, desde el que regresaron a Avilés, antes de emprender un nuevo viaje. "El Gitanillo" marchó, pues otra vez a la mina, mientras el ex minero se quedaba en Avilés. Llenaron las mochilas de explosivos y "las metieron en los coches" (en el Corolla y en el Golf) y se marcharon. Suárez y Tashorras se fueron entonces a desayunar.
Unas semanas después, Trashorras "me mandó a que fuera a recoger el Toyota a unos chicos marroquíes en una estación de autobuses de Madrid". Uno de ellos era uno de los que había estado en Avilés, dijo "El Gitanillo". Cuando recogió el coche iba a ir a Toledo a ver a sus tíos. No tenía carné de conducir, y al salir de la estación tuvo un accidente.
Aunque dijo ratificar íntegramente todas sus declaraciones, "El Gitanillo" admitió a preguntas del abogado de Suárez Trashorras que durante un interrogatorio con el juez Del Olmo y Olga Sánchez dijo que él nunca había ido a la mina con Trashorras y los marroquíes, sino que el ex minero se lo había contado. Según él, mintió porque estaba muy nervioso y es ahora cuando dice la verdad. Sí acompañó a Suárez Trashorras a robar explosivos y vio trasladar la dinamita a los coches envuelta en plásticos.
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