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El fiscal rebaja la petición de cárcel de 96 años a un máximo de 13 para De Juana Chaos

El fiscal de la Audiencia Nacional Fernando Burgos rebajó este viernes la petición inicial de 96 años de cárcel para el etarra José Ignacio de Juana Chaos y solicitó una pena de 13 años de prisión por un delito de amenazas terroristas o, alternativamente, una condena de 4 años por actividad terrorista en concurrencia con otro crimen de enaltecimiento del terrorismo. Este cambio de criterio provocó este jueves que el fiscal Jesús Alonso renunciara al caso por negarse a aplicar la rebaja.

L D (Agencias) El representante del Ministerio Público hizo esta modificación en el juicio que se celebró este viernes ante la Sección Primera de lo Penal de la Audiencia Nacional por las amenazas que el acusado dirigió a cinco directores de prisiones y al presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, Javier Gómez Bermúdez, en dos cartas publicadas en el diario "Gara" en octubre de 2004. Esta nueva solicitud del representante del Ministerio Público modifica la que realizó inicialmente su compañero Jesús Alonso, que se negó a participar en el juicio por su oposición a rebajar la pena de 96 años de prisión que pedía para De Juana por seis delitos de amenazas y uno de pertenencia a banda armada.

De este modo, el fiscal Burgos eliminó la petición de 12 años de cárcel por un delito de integración en ETA, al entender que De Juana "nunca ha dejado" de pertenecer a la banda y que, por tanto, no puede ser condenado dos veces por el mismo delito. En su opinión, los escritos del acusado contienen expresiones "amenazantes" aunque, en caso de que el tribunal no lo entendiese así, solicita que se le condene a cuatro años de prisión por tratarse de una actividad terrorista que, además, supone un enaltecimiento del terrorismo.

Por su parte, el abogado de la asociación popular que ejerce la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT), Juan Carlos Rodríguez Segura, mantuvo su petición de 96 años de cárcel y mostró su "sorpresa" por la decisión de la Fiscalía. Por el contrario, el abogado del acusado solicitó la libre absolución de su defendido al entender que sus expresiones no constituyen amenazas, puesto que no anuncian la comisión de ningún mal, y calificó las acusaciones dirigidas por el fiscal y por la AVT de "impresentables jurídicamente".
 
Ynestrillas irrumpe en el juicio
 
El ultraderechista Ricardo Sáez de Ynestrillas, hijo de un comandante de las Fuerzas Armadas asesinado en junio de 1986 por el "comando" del acusado, irrumpió en la sala de vistas al poco tiempo de comenzar el juicio contra De Juana Chaos, a quien gritó desde la zona habilitada para el público: "José Ignacio, mírame a la cara, mírame a los ojos, soy Ynestrillas. Mírame a los ojos porque será lo último que veas". Su hermano, Martín Sáez de Ynestrillas, se levantó al poco tiempo del sitio que ocupaba para, a voz en grito, denunciar que había unas personas en el público, amigos y familiares de De Juana, que estaban "levantando el puño". Poco antes de terminar el juicio, una mujer que se encontraba entre el público se puso en pie y comenzó a llamar "asesino" al procesado. En las tres ocasiones, los agentes que se encontraban en la sala procedieron inmediatamente a identificar a los alborotadores y a conducirlos fuera de la sala de vistas.
 
De Juana Chaos  aceptó contestar a las preguntas que le dirigió el fiscal. En su declaración, negó que sus artículos contuviesen amenazas y aseguró que sólo contenían "pura crítica política". El acusado aseguró que ha leído esos textos "miles de veces" y que no sabe "de dónde se puede sacar que ahí hay amenazas". Posteriormente, se negó a responder al abogado de la Asociación de la AVT, al entender que en sus respuestas al Ministerio Público había dicho "todo lo que quería decir".
 
El acusado también rechazó que incluyese los nombres de los directores de prisiones en su artículo "Gallizo" para señalarles como posibles objetivos de ETA, sino que los mencionaba "de forma tangencial" para "mostrar" que la llegada de Mercedes Gallizo como directora general de Instituciones Penitenciarias con el Gobierno del PSOE no suponía ningún cambio para la política de prisiones. Al ser preguntado sobre si sigue perteneciendo a ETA, el acusado respondió: "Yo fui de ETA en los años 80. Ahora sólo soy un preso político vasco que lleva 20 años en prisión y que he sufrido por intereses partidistas y enfrentamientos políticos. No hay más", dijo.
 
Cuando el representante del Ministerio Público le preguntó sobre si, cuando sea excarcelado, piensa reintegrarse o, por el contrario, mantenerse en ETA, De Juana respondió que su "único objetivo" es "escribir libros" y colaborar con una editorial con la que ha publicado dos obras. De Juana recordó que en 1997, "mucho antes" de escribir las cartas, ETA anunció que había decidido dejar de atentar contra los funcionarios de prisiones. Además, aseguró que estos textos fueron revisados por las autoridades de la prisión en la que cumple condena, que le dieron el visto bueno para que las enviase.
 
Por otro lado, también comparecieron como testigos los cinco directores penitenciarios mencionados por De Juana, quienes coincidieron en señalar, que se sintieron amenazados por la lectura de los textos redactados por el acusado. Uno de ellos, por el contrario, sostuvo que sintió "dañada" su imagen, pero afirmó que no se sintió amenazado por las cartas.

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