(Libertad Digital) El fiscal de la Audiencia Nacional, Ignacio Gordillo, instó al juez Pedraz a que rechace la querella impuesta por la Asociación Dignidad y Justicia en la que denunciaba por enaltecimiento del terrorismo y humillación a las víctimas, al alcalde de Arrigorriaga. La plaza principal de esta localidad vizcaína regida por Alberto Ruiz de Azúa, del PNV, lleva el nombre del histórico etarra José Miguel Beñaran, Argala.
De este modo, según informa el diario El Mundo, fuentes de la fiscalía aseguraron que es "muy dudoso" que lo denunciado pueda ser enaltecimiento del terrorismo o humillación a las víctimas. En este sentido, Gordillo rechazó las acusaciones con distintos argumentos. El fiscal consideró que el nombre de la plaza se llevó a cabo hace muchos años sin que tuvieran que ver con ello los actuales regidores del municipio.
El juez Santiago Pedraz todavía no se ha pronunciado al respecto pero todo parece indicar que rechazará la denuncia de Dignidad y Justicia, negando que este hecho haya supuesto enaltecimiento del terrorismo. Este mismo magistrado tiene que resolver un conflicto parecido ya que la asociación presentó denuncias contra otros nueve alcaldes.
Hay que recordar que el dirigente de la formación etarra Batasuna ingresó en prisión con una condena de 15 meses, por enaltecer la figura de Argala, precisamente en la localidad de Arrigorriaga. Dignidad y Justicia afirmó que denominar con el nombre del etarra "a la plaza más importante del municipio" produce "una situación de humillación, menosprecio y falta de respeto a las víctimas que daña gravemente su sensibilidad, además de provocar un daño moral y psicológico difícil de reparar".
Sangriento historial terrorista
Pero la acción más sangrienta atribuida a Argala fue la voladura del automóvil en el que viajaba el presidente del Gobierno, Luis Carrero Blanco, el 20 de diciembre de 1973 en Madrid. Según la investigación Argala, vestido con un mono azul, se hizo pasar por electricista y puso en acción el dispositivo que produjo la explosión que acabó con la vida de Carrero Blanco. También está acusado de participar en el asesinato, el 8 de octubre de 1977 en Guernica, del presidente de la Diputación de Vizcaya y procurador en Cortes, Augusto Unceta Barrenenchea Aizpiri.
Con motivo de la visita en 1976 del rey Juan Carlos I a Francia, fue detenido en el transcurso de una redada y confinado, nuevamente, en la isla de Yeu. El 13 de agosto de 1977, Argala fue condenado en rebeldía por el Tribunal de Pau a cuatro meses de prisión por pertenencia a banda armada.
Argala fue asesinado el 21 de diciembre de 1978 en la localidad francesa de Anglet. El terrorista encontró la muerte al hacer explosión un artefacto colocado en su vehículo, un Renault-5 matriculado en Francia. El ataque tuvo algunas similitudes con el magnicidio de Carrero Blanco, como el que restos del vehículo fueran encontrados a cincuenta metros del lugar del atentado. Al parecer los terroristas habrían elegido la fecha del 20 de diciembre (quinto aniversario del asesinato de Carrero Blanco) aunque por diferentes razones tuvieron que posponerlo al día siguiente.