L D (EFE) La pasada semana, Molina modificó sus conclusiones provisionales y retiró la acusación contra cinco de los procesados, además de anunciar que la responsabilidad civil que exigía a Sozialista Abertzaleak (SA) por los daños causados por la violencia callejera –más de 24 millones de euros– los reclamaría en el sumario abierto a responsables de Batasuna.
En la sesión de este lunes, como primera conclusión, Molina destacó que en el juicio, que comenzó el pasado 7 de febrero, ha quedado demostrado que Jarrai-Haika-Segi son denominaciones diferentes de una misma organización juvenil, cuyos miembros se van reciclando en función de la edad y sirven a unos mismos fines, los que persigue la banda terrorista. Por ello considera que estas organizaciones no sólo siguen las instrucciones de la dirección de ETA sino que están controladas por ésta de tal forma que sus actuaciones son adecuadas en cada momento a las necesidades globales de la organización terrorista.
En segundo lugar afirmó que la primera organización juvenil de ETA, Jarrai, se generó dentro de KAS, "fuertemente jerarquizada" para que los fines perseguidos por la banda terrorista llegaran hasta los militantes de base según los criterios del "centralismo democrático", que son los que defienden tanto ETA como Jarrai.
Otra de las conclusiones del fiscal, la tercera, es que Jarrai-Haika-Segi constituyen una organización criminal global que "dificulta la responsabilidad de sus dirigentes" en acciones ilegales, ya que estos no participan directamente en las acciones de "kale borroka".
Para Molina, como cuarta conclusión, no cabe duda de que Jarrai "siempre ha estado sometida a los principios" de ETA y aunque no cuestiona que estas organizaciones juveniles hayan realizado actividades dentro de la legalidad y con valor positivo, estas actividades legales "no desvirtúan la ilegalidad de las otras".
En quinto lugar señaló que la creación de estas estructuras juveniles surge por las necesidades de ETA de poner en práctica alternativas a la lucha armada y de formar un cuadro dirigente. Para optimizar el ámbito de actuación, y como sexta conclusión, estas organizaciones, explicó el fiscal, se desdoblan en otras como es el caso del sindicato estudiantil Ikasle Abertzaleak. La séptima conclusión de Molina es que a través de la doble militancia en diferentes organizaciones, la estructura creada en torno a ETA consigue nuevos adeptos a la causa.
En octavo lugar y refiriéndose a los acusados, el fiscal aseguró que todos ellos "tienen el suficiente grado de compromiso para asumir el liderazgo de su organización" en los diferentes niveles y estimó que su grado de formación les impide invocar el desconocimiento de sus vinculaciones con ETA a través de KAS-EKIN.
Por último, manifestó que el hecho de que en el juicio no se haya pretendido demostrar su participación en la "kale borroka", ello "no les exime en tanto que son dirigentes de una organización criminal" porque ellos ponen las bases y las nutren ideológicamente para que cometan esas acciones violentas.
Posteriormente, el fiscal, en su extenso informe, relató cómo se creó en un primer momento Jarrai con el impulso de ETA, cuál era la intención de la banda terrorista al crearla y cómo fue cambiando de nombre en función de que se decretase la legalización primero de Jarrai, después de Haika y finalmente de Segi. La idea de ETA era la de diseñar formas de lucha complementarias a la lucha armada y para ello se utilizan acciones de sabotaje o violencia callejera, amenazas y persecución social que han recibido diversos nombres desde 1975 hasta la fecha en que de forma global asumen el nombre de "kale borroka".
Así, las acciones de sabotaje cometidas en un primer momento por los "comandos legales" de ETA, posteriormente fueron asumidas por Jarrai, luego por Haika y actualmente por Segi. En cuanto a los testigos que han declarado en el juicio, Molina resaltó los efusivos saludos entre los acusados y los dirigentes etarras que acudieron a testificar como José Luis Alvarez Santacristina, "Txelis", o José María Arregui Erostarbe, "Fiti". En este mismo sentido, también recordó "los saludos correspondidos" entre los acusados y los responsables de KAS o los representantes de SA, como Jon Salaberria, que testificaron en su día en el juicio. El fiscal proseguirá este martes con la lectura de su informe y posteriormente informará el abogado de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) y los de las defensas.
En segundo lugar afirmó que la primera organización juvenil de ETA, Jarrai, se generó dentro de KAS, "fuertemente jerarquizada" para que los fines perseguidos por la banda terrorista llegaran hasta los militantes de base según los criterios del "centralismo democrático", que son los que defienden tanto ETA como Jarrai.
Otra de las conclusiones del fiscal, la tercera, es que Jarrai-Haika-Segi constituyen una organización criminal global que "dificulta la responsabilidad de sus dirigentes" en acciones ilegales, ya que estos no participan directamente en las acciones de "kale borroka".
Para Molina, como cuarta conclusión, no cabe duda de que Jarrai "siempre ha estado sometida a los principios" de ETA y aunque no cuestiona que estas organizaciones juveniles hayan realizado actividades dentro de la legalidad y con valor positivo, estas actividades legales "no desvirtúan la ilegalidad de las otras".
En quinto lugar señaló que la creación de estas estructuras juveniles surge por las necesidades de ETA de poner en práctica alternativas a la lucha armada y de formar un cuadro dirigente. Para optimizar el ámbito de actuación, y como sexta conclusión, estas organizaciones, explicó el fiscal, se desdoblan en otras como es el caso del sindicato estudiantil Ikasle Abertzaleak. La séptima conclusión de Molina es que a través de la doble militancia en diferentes organizaciones, la estructura creada en torno a ETA consigue nuevos adeptos a la causa.
En octavo lugar y refiriéndose a los acusados, el fiscal aseguró que todos ellos "tienen el suficiente grado de compromiso para asumir el liderazgo de su organización" en los diferentes niveles y estimó que su grado de formación les impide invocar el desconocimiento de sus vinculaciones con ETA a través de KAS-EKIN.
Por último, manifestó que el hecho de que en el juicio no se haya pretendido demostrar su participación en la "kale borroka", ello "no les exime en tanto que son dirigentes de una organización criminal" porque ellos ponen las bases y las nutren ideológicamente para que cometan esas acciones violentas.
Posteriormente, el fiscal, en su extenso informe, relató cómo se creó en un primer momento Jarrai con el impulso de ETA, cuál era la intención de la banda terrorista al crearla y cómo fue cambiando de nombre en función de que se decretase la legalización primero de Jarrai, después de Haika y finalmente de Segi. La idea de ETA era la de diseñar formas de lucha complementarias a la lucha armada y para ello se utilizan acciones de sabotaje o violencia callejera, amenazas y persecución social que han recibido diversos nombres desde 1975 hasta la fecha en que de forma global asumen el nombre de "kale borroka".
Así, las acciones de sabotaje cometidas en un primer momento por los "comandos legales" de ETA, posteriormente fueron asumidas por Jarrai, luego por Haika y actualmente por Segi. En cuanto a los testigos que han declarado en el juicio, Molina resaltó los efusivos saludos entre los acusados y los dirigentes etarras que acudieron a testificar como José Luis Alvarez Santacristina, "Txelis", o José María Arregui Erostarbe, "Fiti". En este mismo sentido, también recordó "los saludos correspondidos" entre los acusados y los responsables de KAS o los representantes de SA, como Jon Salaberria, que testificaron en su día en el juicio. El fiscal proseguirá este martes con la lectura de su informe y posteriormente informará el abogado de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) y los de las defensas.