El registro de actividades, bienes e intereses de altos cargos en la Administración de la Junta de Andalucía mostraba el 31 de diciembre de 2007 a Antonio Fernández, ex consejero de Empleo, con un saldo negativo de 98.585 euros.
Sin embargo, La Razón informa que tan sólo cuatro meses después ya no sólo no tenía deudas sino que su saldo ascendía a 344.405 euros y un ático en propiedad incluido. Curiosamente, en ese periodo de tiempo Fernández se acogió a uno de estos ERE fraudulentos. Cabe recordar que en la documentación aparecía como trabajador de la empresa desde el mismo día en que nació.
Otro ejemplo del descontrol en la documentación que manejaba la Junta. En abril de 2008 entre los bienes e inmuebles del ex consejero se encontraba un ático en Cádiz con un valor catastral de 565.968 euros. A finales de ese año volvió a actualizar su patrimonio y rebajaba el valor de compra a 410.000 euros. Es decir, Antonio Fernández pagó por el ático menos que s valor en el catastro.
Además, el ahora imputado por tráfico de influencias, malversación de caudales públicos y prevaricación posee un inmueble urbano por un valor de 248.402 euros y un garaje de unos 24.000 euros.