El etarra "Gadafi" se pone a cantar mientras le juzgan por el asesinato de un policía
Juan Carlos Iglesias Chouzas, "Gadafi", se ha negado a declarar en los tres juicios que se celebran este martes en la Audiencia por dos atentados y un intento de otro, que se saldaron con la muerte de un policía en 1990. El etarra, además de no contestar al magistrado, ha desafiado al tribunal poniéndose a cantar en pleno juicio. "Gadafi" podría ser condenado a 97 años de prisión en total por los tres delitos. El fiscal pide por el asesinato del agente 35 años de cárcel.
L D (Agencias)
La Fiscalía de la Audiencia Nacional pidió al tribunal que juzgó al ex dirigente etarra Juan Carlos Iglesias Chouzas, alias "Gadafi", en tres juicios una condena que suma 97 años de prisión por el asesinato en 1990 del policía nacional Luis Alfredo Achurra Cianca en Amorebieta (Vizcaya), la colocación también ese año de un artefacto explosivo bajo el coche de otro agente en la localidad vizcaína de Basauri y el intento de asesinato en 1991 de una persona en Barrika (Vizcaya), que ETA identificó erróneamente como miembro del Cuerpo Nacional de Policía.
El ex jefe del grupo "Vizcaya" de ETA se negó a contestar en los tres juicios a las preguntas del fiscal. Sólo se le escuchó tararear canciones en euskera, mientras paseaba por el habitáculo blindado de cristal que le separa del resto de la sala.
Esta es la enésima vez que los etarras dan muestras de su falta de respeto por la justicia y las víctimas de sus crímenes. Recientemente, el etarra Txapote insultó al tribunal que le juzgaba por la muerte del socialista Fernando Múgica -llamó a su presidente, Alfonso Guevara "monigote de circo tú"- y tuvo que ser esposado cuando se dedicó a dar patadas al cristal.
También el asesino Ignacio Bilbao protagonizó hace un mes un espectáculo lamentable mientras estaba siendo juzgado. El etarra amenazó al mismo juez y le espetó "Tú cabrón, te voy a arrancar la piel a tiras, te voy a pegar siete tiros". Por cierto, que mientras eso ocurría en la Audiencia Nacional, Zapatero afirmaba que "estamos acercándonos a momentos trascendentes" en la negociacion con ETA.
En el primero de los juicios, el fiscal Ignacio Gordillo pidió a la Sección Tercera de lo Penal que le condene a 35 años de prisión por los delitos de atentado y lesión, al considerar acreditado que participó en el asesinato el 14 de diciembre de 1990 del policía nacional Achurra Cianca, destinado en Amorebieta.
El mismo fiscal pidió 38 años de prisión para "Gadafi" por la colocación de un artefacto explosivo bajo el coche del agente Francisco Salas Morales, cuya explosión produjo daños materiales. Por su parte, el fiscal Juan Moral reclamó una condena de 24 años de cárcel por el intento de asesinato de un hombre en Barrika. En cuanto al asesinato del policía Achurra Cianca, el fiscal elevó a definitivas sus conclusiones provisionales, aunque añadió que se imponga al ex dirigente etarra la prohibición de acercarse al domicilio de la víctima en un periodo de 6 años tras su excarcelación. Además, pidió que el etarra indemnice con 240.000 euros a los familiares de la víctima.
Expuso que "Gadafi" colocó ese día bajo su vehículo un artefacto explosivo compuesto por 2 kilos de amonal, mientras el resto de los integrantes del comando realizaban labores de vigilancia. Agregó que la explosión del coche alcanzó al policía nacional, que le produjo la muerte de forma instantánea, y provocó lesiones a un transeúnte que se encontraba próximo al vehículo.
En su informe, el fiscal sostuvo que "existe prueba suficiente" para condenar al etarra, como la declaración inculpatoria de su compañero de comando Javier Martínez Izaguirre, ya condenado por estos hechos en abril de 1994. Recordó que el etarra, que no recordaba los hechos, reconoció entonces que "Gadafi" colocó el artefacto explosivo bajo el coche del agente y le identificó como integrante del grupo "Vizcaya", del que también formaba parte el etarra fallecido Juan María Ormazabal Ibarquen, alias "Turko".
En la vista oral, declaró como testigo el transeúnte que resultó herido por la explosión. Explicó que la deflagración le alcanzó, lo que provocó que se le incrustase metralla en el cuello. También compareció la novia del agente fallecido, quien relató que conoció la muerte de su pareja sentimental por televisión. "No acudí al lugar de la explosión porque estaba con mi hija de dos años", dijo.
En el segundo de los juicios, el fiscal Gordillo pidió 38 años de cárcel a esta misma Sección para Iglesias Chouzas por los delitos de atentado, estragos y lesiones, al considerar que existe prueba suficiente que demuestra la participación del etarra en la colocación en junio de 1990 de un artefacto explosivo bajo el coche del agente Francisco Salas Morales, cuya explosión produjo daños materiales.
El representante del Ministerio Fiscal elevó a definitivas su escrito de calificación, al entender que la prueba de cargo contra el que fue máximo responsable del grupo "Vizcaya" "no admite ningún género de duda" para enervar su presunción de inocencia. El fiscal se refirió para justificar su petición de pena a las declaraciones policiales de los etarras José Luis Marín Carmona, "koldo", Inmaculada Pacho Martín y Fernando Del Olmo.
A pesar de que los entonces miembros del grupo "Vizcaya" no recordaron los hechos, el fiscal les indicó que en su día admitieron la participación de "Gadafi" en la colocación del artefacto bajo el vehículo del agente, cuya explosión no produjo daños personales. También aludió a la propia testifical del policía Salas Morales, quien relató que cuando se disponía a entrar en su coche, éste explotó y cayó al suelo.
"Gadafi" también se sentó en el banquillo de los acusados de la Sección Segunda de lo Penal de esta sede judicial, que le juzgo por el intento de asesinato en diciembre de 1991 de un hombre en la localidad vizcaína de Barrica, a quien dispararon tras ser identificado erróneamente por la banda armada como miembro del Cuerpo Nacional de la Policía.
El fiscal Juan Moral pidió una condena de 24 años de prisión para el ex dirigente etarra por asesinato y robo con rehenes, al entender demostrado su intervención en el intento de asesinato de este hombre. El fiscal elevó a definitivas sus conclusiones provisionales, pero agregó que se le imponga la prohibición de no acercarse durante 10 años, una vez que abandone la cárcel, a su víctima.
En la exposición de su informe, el fiscal expuso que "no cabe duda alguna" que los integrantes del grupo "Vizcaya" trataron de alterar "la paz y la tranquilidad con la finalidad de crear el terror y sembrar la inseguridad contra las personas a quienes dirigían su acción" terrorista. "El atentado obedecía a las instrucciones de ETA contra estas personas, de las que pensaban que pertenecía a los Cuerpos Y Fuerzas de Seguridad del Estrado", señaló.
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