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El etarra Cubillas utiliza ahora la Justicia de Chávez y habla de "torturas"

El mundo al revés. El etarra Cubillas ha pedido a la Fiscalía de Venezuela que abra una investigación para determinar si los miembros de ETA a los que, según España, entrenó bajo el amparo del caudillo Chávez, han sido objeto de "coacción" o "torturas". Dice que "está obligada a investigar".

El etarra Arturo Cubillas, que según la justicia española impartió entrenamiento a dos miembros de la banda terrorista ETA en Venezuela, ha acudido a la Fiscalía del país latinoamericano para solicitar que se le investigue, argumentando "indefensión" ante las acusaciones en su contra, confirmó el abogado que le asistió.

Cubillas afirmó ante el fiscal "que no tenía nada que temer y expresó su voluntad de colaborar en la investigación", dijo Marino Alvarado, que le acompañó en la Fiscalía venezolana donde les recibió el fiscal Orlando Padrón.

El abogado señaló que Cubillas mantuvo una conversación de unos quince minutos con el fiscal al que entregó la solicitud por escrito para que se le investigue, con el argumento de su "indefensión" ante las acusaciones que lo vinculan a la banda terrorista.

La semana pasada, el Gobierno del caudillo Hugo Chávez decidió abrir una investigación sobre las actividades de Cubillas después de que se conociera que ayudó a adiestrar en Venezuela a los miembros de la banda terrorista Xabier Atristain y Juan Carlos Besance en 2008, según indicaron fuentes oficiales en Madrid.

Según el auto del juez de la Audiencia Nacional española Ismael Moreno, emitido el lunes de la semana pasada, Cubillas, que tiene un cargo público en un ministerio venezolano, participó en los entrenamientos a Atristain y Besance, miembros del del grupo "Imanol" detenidos en España hace unos días.

"Han sido múltiples las notas de prensa mediante las cuales se me pretende atribuir haber participado en la comisión de hechos punibles, lo cual ha generado un desprestigio continuo hacia mi persona y mi familia afectando de manera considerable mi dignidad y mi reputación", dice el documento entregado por Cubillas.

Tras ampararse en el Código Penal, Cubillas solicita que se nombre a un fiscal para que dicte un auto de inicio de investigación "a objeto de determinar las circunstancias en que ocurrieron los hechos imputados públicamente en medios nacionales y extranjeros, así como cualquier aspecto o actividad relacionado con mi persona".

Pide asimismo "se realicen todas las diligencias de investigación necesarias a objeto de verificar la veracidad de las supuestas declaraciones de dos ciudadanos vascos, a los que la prensa española atribuye haber estado en Venezuela y que hacen referencia a mi persona".
 

Habla de "torturas" a los etarras

En el documento, pide también que se aclare si los dos miembros de ETA que dijeron que Cubillas les había entrenado en Venezuela "fueron objeto de torturas o cualquier otro tipo de coacción en sus declaraciones".

"La fiscalía está obligada a abrir una investigación", consideró el abogado Alvarado, quien comentó que también ha pedido una investigación el Gobierno venezolano.

Agregó que cuando el Ministerio Público determine si inicia el procedimiento solicitado "se le notificará por escrito" a Cubillas.

El colaborador de ETA, que tiene nacionalidad venezolana y está casado con una ciudadana de este país, también funcionaria del Gobierno, fue deportado de Argelia a Caracas en 1989. La Audiencia Nacional le atribuye ser responsable del colectivo de ETA en esa zona de América desde 1999 y de coordinar las relaciones con las FARC.

El ministro español del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró la semana pasada que Cubillas ha mantenido una relación "seria" con ETA y que la Guardia Civil y su departamento dan credibilidad al testimonio de los integrantes del "comando Imanol" sobre que se adiestraron en Venezuela.

Tanto Rubalcaba como la vicepresidenta primera del Gobierno español, María Teresa de la Vega, se declararon convencidos de que las autoridades venezolanas desconocían los entrenamientos a los miembros de ETA y que iban a colaborar a fondo para esclarecer este caso.

Por su parte, el Gobierno venezolano refutó, en un comunicado leído por el presidente Chávez, cualquier vinculación con ETA y dijo que no se podía dar crédito a declaraciones de "dos criminales sanguinarios de la organización terrorista".

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