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El editorial de Gara y los planes del PSOE

Este viernes, un día después de que acabara el debate sobre el estado de la Nación, el habitual canal de los comunicados etarras, Gara, publicaba el editorial "Zapatero suelta lastre y pierde peso". Eduardo Zaplana ha llamado la atención sobre las coincidencias entre las pautas que marcaba el diario y la moción que va a presentar el PSOE para conseguir el apoyo del Congreso ante la negociación con ETA.

(Libertad Digital) El diario Gara afirmaba que el debate había servido "para oficializar la ruptura" entre el Gobierno y el PP en la lucha contra ETA y apuntaba que "la ruptura debería suponer para Rodríguez Zapatero la liberación de las ataduras que le mantenían atado a una línea de actuación que ahora aparenta querer cambiar, aunque todavía sin hechos o pasos concretos que lo avalen. De esta forma, el presidente español suelta lastre y podría actuar con más libertad". Ante la eventualidad de que el PSOE propusiera un pacto que contara con el apoyo de sus socios de Gobierno y los nacionalistas vascos, pero que fuera rechazado por el PP, el editorial sostenía que "sería más que deseable que si realmente Zapatero quiere afrontar la solución del conflicto, pudiera demostrar, ­y las resoluciones del debate pueden ser una forma apropiada­, que cuenta con un respaldo a su estrategia que es mayoritario en el Congreso y puede superar la oposición del PP".
 
Comparando este texto con la resolución que finalmente han presentado los socialistas, el portavoz del PP en el Congreso cree que el Gobierno "ha dado lo que quería" a ETA. Eduardo Zaplana explicó en rueda de prensa en la sede de Génova que esto era lo que ETA pidió este viernes al Ejecutivo "de forma expresa": una propuesta de resolución del debate del estado de la Nación.

A juicio de Zaplana, el PSOE culmina una "estrategia diseñada para acordar con ETA" que pasa por "acabar" con el Pacto Antiterrorista, al presentar una propuesta de resolución en la que "pide el aval del Congreso" para negociar con ETA. Además, destacó que las propuestas de resolución presentadas por los socios del Gobierno o de formaciones que normalmente les apoyan van todas en la dirección de abrir un proceso de diálogo, de cambiar el régimen penitenciario o incluso de solicitar la autodeterminación de Navarra y que sin embargo ninguna de ellas hace referencia alguna a las víctimas del terrorismo. Hasta la llegada de Zapatero a La Moncloa, concluyó Zaplana, "todos esos acuerdos eran contra ETA y, ahora, son con ETA".
 
El discurso de Otegi y la opinión de Gara
 
El editorial de Gara también coincidía con las condiciones que Otegi planteaba este a Zapatero. Si el diario sostenía que "lamentablemente, la ruptura del llamado Pacto Antiterrorista no supone el fin de las medidas antidemocráticas puestas en marcha a su cobijo de las que son ejemplo el endurecimiento del Código Penal, las operaciones policiales, la oficialización de la política penitenciaria como instrumento de chantaje contra el colectivo de presos políticos vascos y el conjunto del independentismo, y la Ley de Partidos, cuyo mantenimiento proclamó expresamente el presidente del Gobierno español. En Euskal Herria a casi nadie se le escapa ya que esas medidas son obstáculos en el camino de la resolución del conflicto".
 
Un día después, Otegi señalaba en San Sebastián que es "absolutamente imposible hacer creer que uno tiene voluntad sincera de dar una solución democrática al conflicto" al tiempo que mantiene un "pacto del pasado con la derecha neofascista española que busca aniquilar al enemigo". Y añadía: "Las detenciones, las operaciones policiales, los juicios en la Audiencia Nacional y la ilegalización de Batausna siguen siendo una realidad".

Por último, Gara insistía en que "la búsqueda de soluciones no es algo que dependa exclusivamente de Madrid" y reprochaba al PNV que trate de "aparecer como espectador de un partido que se jugaría en exclusiva entre el Gobierno español y la izquierda abertzale. Y no es eso. La partida es de todos". En la misma línea, el portavoz de la ilegalizada Batasuna sostenía que "el arreglo y el acuerdo no lo van a hacer ETA y el Gobierno, sino que el acuerdo político que puede superar el conflicto lo vamos a hacer los partidos políticos, sindicatos y agentes sociales de Euskal Herria sin exclusiones".

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