El Constitucional se defiende de las críticas de Trillo a su tramitación del Estatuto

(Libertad Digital) "Excusatio non petita, accusatio manifesta", es decir "excusa no pedida, acusación manifiesta". El Pleno del Tribunal Constitucional (TC) ha salido en propia defensa "ante las informaciones y declaraciones aparecidas en diversos medios de comunicación" relacionadas con la tramitación del recurso de inconstitucionalidad contra el Estatuto de Cataluña. Según explica en una nota de prensa el "guardián" de la Constitución, este retraso se ha debido a "los numerosos recursos urgentes" que ha tenido que abordar como el de la Ley de Igualdad, el Estatuto Valenciano o la consulta de Ibarretxe. Así como a su obligación de resolver los asuntos relacionados con "la jurisdicción de amparo de los derechos fundamentales", competencia del TC.

Además, el Tribunal explica que al haberse presentado cuatro recusaciones contra sus magistrados, el proceso del Estatuto catalán tuvo que estar paralizado hasta que éstas fueron resueltas en 19 de abril de 2007.  No obstante, indica además que, desde diciembre de 2007, delibera sobre el Estatut "de manera continua". Asimismo, se excusa en que el año pasado en sus salas se pronunciaron 265 sentencias y 471 autos. 

Trillo: "El retraso es imputable directamente a Casas"

Sin embargo, además de por la numerosa carga de trabajo con la que cuenta esta institución, parece que el Constitucional está molesto por las declaraciones que la semana pasada hizo el responsable de Justicia del PP en el Congreso, Federico Trillo. El popular acusó (en una entrevista publicada en La Razón) a la presidenta del Constitucional, María Emilia Casas, de ser la culpable del retraso.  "El retraso es culpable e imputable directamente a la presidenta María Emilia Casas", así de contundente se mostró Federico Trillo cuando se le preguntó qué había detrás del retraso, que él mismo califica de "alarmante", del Constitucional para resolver sobre el Estatuto catalán.

Además, según el ex-ministro del PP dijo que era "responsabilidad de Casas decidir qué uso hace de su voto en el asunto más trascendente que ha tenido nunca el TC encima de la mesa". "Aún está a tiempo de limpiar la imagen de su gestión con una rápida sentencia en la que tenga en cuenta el voto de calidad al servicio de los intereses generales", añadió.