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El Congreso aprueba el despliegue de 220 militares más en Afganistán

La Comisión de Defensa del Congreso aprobó este miércoles, con el apoyo de todos los grupos salvo IU-ICV-ERC, el despliegue de 220 militares más en Afganistán para reforzar la seguridad de las tropas desplegadas en la provincia de Badghis.

El despliegue, que contó con 37 votos a favor y uno en contra, supondrá aumentar hasta el millar de efectivos el número total de militares españoles destacados en el país centroasiático.

En su comparecencia ante la Comisión de Defensa de la Cámara Baja, la ministra de Defensa, Carmen Chacón, justificó el refuerzo por el aumento de la actividad insurgente que ha generado la mayor presencia de las fuerzas afganas en todo el territorio y por la necesidad de acelerar el proceso de afganización, por el que las autoridades del país centroasiático asumirán las competencias de seguridad y las fuerzas internacionales podrán iniciar su repliegue"Vamos más, no para quedarnos más tiempo sino para culminar antes nuestra tarea de desarrollo y reconstrucción en Afganistán y de formación de la Policía y el Ejército afganos. Es decir, vamos más para regresar antes", subrayó la responsable política de los ejércitos en su comparecencia ante la Comisión de Defensa del Congreso para solicitar la autorización del nuevo refuerzo.

Chacón subrayó que el despliegue de 220 militares es "necesario" para que las tropas puedan seguir desarrollando su misión "en las mejores condiciones de seguridad" y para continuar impulsando el "objetivo" de que "el pueblo afgano pueda ser, más pronto que tarde, dueño de su propio destino". "Consolidar la paz y la estabilidad en Afganistán no es una tarea sencilla. La misión es dura, es compleja y es muy arriesgada pero es una misión en la que no podemos fallar", añadió.

La ministra incidió en que el refuerzo aportará más "libertad de acción" a las tropas en Badghis y les permitirá que puedan continuar su labor en apoyo de la Policía y el Ejército afgano, así como en la vigilancia de infraestructuras y proyectos desarrollados por los cooperantes de la Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo (AECID).

Chacón destacó que España apoya "de forma decidida" la cumbre la cumbre internacional promovida por Reino Unido y Alemania para fijar "nuevos plazos" para la cesión de competencias en seguridad en Afganistán y es partidario de cerrar "un nuevo calendario, realista y con hitos concretos". "Cuanto antes consigamos que Afganistán sea capaz de alcanzar una paz estable, antes daremos por terminadas la misión", agregó.

La ministra de Defensa también informó de que las tropas disponen en la actualidad de 92 vehículos de escuadra Lince en Afganistán y el Ejército ha recibido ya las primeras 20 unidades de los vehículos de pelotón antiminas RG31 MK5E, que han superado "todas las pruebas de seguridad y de calidad".

Avanzó además que conforme culmine el periodo de formación de conductores y técnicos se enviarán a Afganistán 49 vehículos de este modelo y en el primer trimestre del próximo año se culminará la recepción de blindados con las últimas 51 unidades.

Un debate en profundidad

Todos los portavoces parlamentarios que participaron en el debate sobre la autorización del despliegue, salvo el del PSOE, coincidieron al reclamar a la ministra de Defensa, Carme Chacón, "un debate en profundidad" sobre la misión en Afganistán y le reclamaron más información previa y que las ampliaciones de contingente se tramiten en el Pleno de la Cámara.

La portavoz de Defensa del PP, Beatriz Rodríguez-Salmones, manifestó el apoyo de su partido al refuerzo de tropas pero censuró el "triste papel" que ha jugado con Afganistán el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, porque "manda a sus soldados a una guerra y huye del Parlamento" y reprochó a la ministra de Defensa la falta de información previa al debate sobre el aumento de tropas.

La diputada aseguró que Chacón había venido al Congreso "casi a tomar el pelo" a los diputados sin facilitarles documentación cuando deberían recibir una información previa "infinitamente más profunda" antes de adoptar una decisión del calado de un aumento de la presencia militar en una misión en el exterior. En su opinión, la carencia de información hace que los diputados tengan que decidir sobre la autorización "de una manera muy poco exigente" e incluso "frívola".

Rodríguez-Salmones emplazó a la ministra de Defensa a apoyar la reforma del reglamento que plantea su grupo para fijar un procedimiento de autorización parlamentaria de las misiones y llegar a un acuerdo "de manera sensata" para establecer el modo en que deben gestionarse las autorizaciones de ampliaciones de misiones.

Por su parte, el portavoz de Defensa del PNV, José Ramón Beloki, expresó el "pleno apoyo" de su grupo a la ampliación del destacamento en Afganistán, reconoció las "dificultades" que afrontan los soldados y subrayó la necesidad de abordar "un debate profundo" sobre el futuro de la operación de mantenimiento de la paz en el país asiático.

La diputada de UPyD Rosa Diez también respaldó el refuerzo de tropas pero hizo hincapié en la necesidad de reconocer que los soldados están "en una guerra no convencional", en la que no sólo deben defenderse sino que tiene que "derrotar a los enemigos de la democracia". "No tenemos que avergonzarnos", subrayó.

Por su lado, el portavoz de CiU en materia de Defensa, Jordi Xucla, reclamó a la ministra de Defensa "una reflexión" y "un debate" sobre la "situación de guerra abierta" en que se encuentran las tropas españolas destacadas en Afganistán.

En contra del envío de tropas a Afganistán se manifestaron los portavoces de IU-ICV-ERC y BNG, Gaspar Llamazares y Francisco Jorquera, quienes coincidieron en solicitar la retirada de las tropas españolas desplegadas en Afganistán.

Llamazares criticó a la ministra por la falta de información previa a los diputados sobre el nuevo despliegue y consideró que el refuerzo supone "un avance hacia la retaguardia" e implica que en ocho años de misión las tropas se han duplicado.

Jorquera subrayó que no se puede justificar el incremento de presencia militar por el aumento de la inseguridad porque ello supone entrar en "un círculo vicioso" y abogó por que las comparecencias para solicitar la autorización del Parlameno a un nuevo despliegue sean tramitadas en el Pleno del Congreso.

En el turno de réplica a los grupos, la ministra de Defensa rechazó entrar en debates terminológicos sobre el carácter de la misión en Afganistán, incidió en que la naturaleza de la operación es la misma que cuando fue lanzada en 2001 y subrayó que es una operación de mantenimiento de la paz amparada por Naciones Unidas en un país que vive una situación de "violencia generalizada" y en el que las tropas afrontan "un alto riesgo", entrando en combate cuando son atacadas y respondiendo "con contundencia".

Recalcó además que el Gobierno tiene claro su respaldo a la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad y que nunca enviará tropas a participar en la otra operación destacada en Afganistán, la Libertad Duradera, de carácter ofensivo.

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