L D (Europa Press) El vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) Juan Pablo González ha recordado este domingo que la organización liderada por Otegi "es un partido declarado ilegal por formar parte de ETA", por lo que aseguró que, "quien se reúna con Batasuna, tiene que valorar seriamente la posibilidad de que está colaborando, de una manera o de otra, con una organización terrorista". Además, defendió la aplicación "rigurosa" de la Ley de Partidos ya que "ni ETA se ha disuelto, ni la tregua es irreversible".
En una entrevista concedida al diario "El Correo" González cree "inaceptable e impropia" la reacción del Gobierno vasco ante la admisión a trámite por el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) de la querella presentada por el Foro de Ermua contra el lehendakari, Juan José Ibarretxe, por reunirse con ETA-Batasuna y considera que se trata de "un ataque sin precedentes a la independencia judicial y una quiebra en el buen entendimiento del principio de separación de poderes".
"A veces da la sensación de que el Estado de Derecho les estorba. Lo que pretende el Gobierno al solicitar en el Parlamento la comparecencia del presidente del Tribunal Superior es, lisa y llanamente, intimidar a los jueces para que modifiquen su línea de actuación. Y eso es intolerable", agrega. A su juicio, la única autoridad del Estado legitimada para determinar si otra autoridad ha incurrido en delito "es el Poder Judicial", por lo que afirma que, "desconocer las reglas básicas del Estado de Derecho, supone retrotraernos a regímenes totalitarios" y asegura que esto "es lo que ha ocurrido con la reacción desmesurada del Gobierno vasco".
Los jueces están obligados a cumplir la Ley de Partidos
Recalca que ante el alto el fuego de ETA, "ni la Justicia ni el Estado de Derecho pueden estar en tregua", y cree que mientras la Ley de Partidos esté en vigor, "los jueces están obligados a cumplirla y hacerla cumplir". "La invocación reiterada a la realidad social, que además es un concepto muy complejo, no puede constituir un pretexto para vulnerar o desconocer la ley", reivindica, para explicar que la realidad social no ha cambiado porque "ni ETA se ha disuelto, ni la tregua es irreversible, ni el señor Otegi ha dejado de ser un presunto terrorista dado que está procesado por la Audiencia Nacional".
Por ello, considera que "quien se reúna con Batasuna tiene que valorar seriamente la posibilidad de que está colaborando, de una manera o de otra, con una organización terrorista" porque la formación terrorista "es un partido declarado ilegal por formar parte de ETA" y, "según la UE, es una organización terrorista". "Estamos hablando no de una organización política, sino del instrumento de una organización terrorista", añade. Para González, la interlocución política con ETA-Batasuna sólo sería admisible "si, después de una refundación, pudiera ser legalizada", aunque recalca que para ello "sería necesario una renuncia expresa y definitiva al uso de la violencia".
En este sentido, insiste en que no ve motivos para derogar la Ley de Partidos porque ha constituido, "como el Pacto contra el Terrorismo, un instrumento esencial en la lucha contra ETA", y anima a ser conscientes de que la pretensión de ETA es "mantener su capacidad de coacción, tutelando este proceso porque sólo así puede conseguir sus objetivos políticos". "Por eso, ahora más nunca es preciso mantener la presión social y judicial sobre el entramado ETA-Batasuna", advierte, para añadir que la "gran oportunidad" radica en la debilidad de la banda y que su derrota "pasa por mantener esas políticas de firmeza, empezando por la aplicación rigurosa de la Ley de Partidos".