Este incidente ha tenido lugar al final de la vista en la que se juzga a los dirigentes de los GRAPO Manuel Pérez Martínez, alias Camarada Arenas, y María Victoria Gómez Méndez por la colocación en mayo de 1998 de diversos artefactos explosivos en delegaciones del Ministerio de Economía y Hacienda. La Fiscalía pide para ambos una pena de 12 años de prisión por la comisión de dos delitos de daños terroristas y otro de daños terroristas en grado de tentativa.
"Ya ha llegado el momento de poner fin a esta farsa y declarar que nuestro partido es objeto de la represión de tipo fascista", ha exclamado quien fuera secretario general del PCE (reconstituido). Tras ello, el juez le ordenó sentarse en un puesto más alejado en el banquillo de los acusados, momento en el que el camarada Arenas entonó las primeras estrofas del famoso himno del movimiento obrero, que siguió coreando en pie y con el puño en alto la veintena de familiares y amigos que se encontraban en el público.