PSOE e IU, socios y aliados en el Ayuntamiento de Sevilla donde disfrutan conjuntamente de mayoría absoluta, han decidido excluir al Partido Popular de los consejos de administración no sólo de la Fundación De Sevilla, sino también de Emasesa metropolitana, la empresa municipal de abastecimiento de agua. Torrijos, el representante más significado de la izquierda comunista sevillana, admitió que la medida no es correcta pero negó "la voluntad política de expulsar a la oposición de los consejos de administración".
L D (Pedro de Tena) Torrijos consideró más que justificada la salida del PP de los órganos de gobierno de la citada fundación municipal, ya que en su lugar se coloca a "los agentes políticos y sociales", con la idea de garantizar la participación y la implicación ciudadana en el trabajo y las decisiones de estas entidades del Ayuntamiento. Y recalcó que "no existe opacidad" detrás de esta decisión adoptada en el seno del Gobierno local PSOE-IU.
Aportó otro argumento para fundamentar la exclusión del PP: Según él, el Partido Popular ha sido apartado también del consejo de administración de Emasesa por su "nueva configuración metropolitana", ya que para dar cabida a los representantes municipales, económicos y sociales –básicamente, los sindicatos– resultaba necesaria la salida de anteriores miembros.
¿Es o no una estrategia deliberada de difusión e implantación de un totalitarismo municipal de nuevo cuño donde se lamina y se borra del mapa a la oposición?
Hay que recordar que el Partido Andalucista ha desaparecido de la escena municipal al no conseguir el porcentaje de votos exigido y que el único partido de la oposición es el Partido Popular, que ganó, por cierto, las elecciones, siendo el partido más votado, por encima del PSOE. No obstante, la alianza de PSOE e IU impidió el gobierno del PP. Ahora, el PP está siendo excluido de importantes organismos públicos en los que siempre ha estado representada la oposición. No se debe olvidar que el PP cuenta con el 41 por ciento de los votos sevillanos.
El proceso que puede conducir a un modelo totalitario municipal comenzó hace unos meses cuando el gobierno municipal de izquierdas, PSOE-IU, impuso severas restricciones a la información sobre acuerdos y expedientes municipales. Es decir, se negó a la oposición el derecho básico a la información municipal para poder ejercer su labor de oposición de manera solvente.
Ahora, el Partido Popular ha sido excluido de los puestos habituales en el consejo de Administración de la empresa municipal de aguas, Emasesa y de la Fundación De Sevilla, que agrupa a un conjunto de entidades y sociedades anónimas que funcionan a base de capital municipal.
El PP aún cuenta con representantes en otras sociedades de capital municipal como Emvisesa(vivienda), Lipasam(limpieza, donde está colocado un sobrino de Felipe González de gerente), Sevilla Global, Instituto de Deportes y la Gerencia de Urbanismo. Según el analista municipal Pablo Mármol, esta "molestia" de tener que soportar al PP en estos organismos se "ha salvado con el viejo procedimiento de descafeinar estos órganos de representación –una réplica menor del Pleno– para llevar casi todos los asuntos de enjundia a las comisiones ejecutivas, donde sólo se sientan PSOE e IU. Aparentemente se guardan las formas, pero en la práctica se dificulta el juego de la oposición, cuyo acceso efectivos a los documentos oficiales suele producirse siempre a posteriori.
Cuando gobernaban el PP y el PA la ciudad, PSOE e IU se quejaban de obstrucción y de exclusión. Pero lo que ocurre ahora es mucho más grave que las trapacerías políticas para retrasar la hora de informar a los adversarios. Ahora se trata de un auténtico "apartheid" político que se relaciona con el ya manido "cordón sanitario" en una operación de exclusión de los representantes de media Sevilla. En definitiva, podemos estar ante un intento de extender un totalitarismo municipal de nuevo tipo: el totalitarismo que quiere parecer democrático.