(Libertad Digital) Poco antes de emprender vuelo hacia la capital portuguesa, Chávez quiso dejar en París un nuevo capítulo dentro de los insultos a España. El golpista dijo entonces entre risotadas que "ahorita despegamos y voy a pasar rasante por la Zarzuela, así bajitico… espero que no me disparen" al tiempo que volvió a exigir las disculpas del Rey por un "¿por qué no te callas?" que sigue empañándose a decir que no oyó.
Ahora sabemos que ese vuelo al que se refería no cumplía con los protocolos internacionales ya que no pidió a España –a través del ministerio de Asuntos Exteriores– permiso para sobrevolar espacio aéreo internacional. Según El Mundo, cuando un mandatario internacional va a pasar sobre España debe tramitar a Exteriores su intención de usar el espacio aéreo para que a su vez el ministerio lo comunique a otros departamentos –entre ellos Interior– para establecer las medidas de seguridad correspondientes.
La información señala que incluso la Base Aérea de Torrejón de Ardoz detectó el paso del avión y se comunicó con la nave para comunicarle que aunque sabían que su presencia no revestía un peligro para la seguridad nacional, realizarían un parte oficial de la incidencia para que así España adopte las decisiones que crea conveniente, un extremo que hasta ahora no se ha producido pese a que lo ocurrido supone una vulneración grave de los protocolos internacionales establecidos.
Las relaciones se congelan, pero "no hay cambio"
El penúltimo capítulo de la crisis la protagonizó la secretaria de Estado para Iberoamérica. Trinidad Jiménez constató este lunes tras reunirse con el embajador de Venezuela en España, Alfredo Toro, que no ha habido "ningún cambio" en las relaciones entre ambos países, pese a que Hugo Chávez dijera que las congela hasta que el Rey le pida disculpas.
Horas antes de la reunión, la secretaria de Estado aseguraba a los medios de comunicación que el episodio de la cumbre no ha acarreado ninguna consecuencia, ya que tanto las relaciones diplomáticas como las económicas "siguen funcionando". "No hay absolutamente ninguna empresa que nos haya comentado que se haya visto afectada en su relación, sus inversiones y su trabajo allí, no solamente hoy sino desde hace dos semanas", ha añadido.
Por su parte, el embajador de Venezuela, Alfredo Toro, ha indicado a la salida de la reunión que las relaciones entre los dos países "tienen un futuro común más allá de los altibajos". El diplomático venezolano, quien ha calificado el encuentro como una reunión "rutinaria" y "cordial de trabajo", ha incidido en que el futuro de las relaciones seguirá enmarcado en los vínculos que unen a España y Venezuela como unas tradiciones compartidas y un lenguaje común.