L D (Agencias) Miguel compareció este viernes ante el juez de instrucción 4 de Sevilla para la apertura de las cartas que ha recibido y enviado durante un mes en la cárcel de Morón de la Frontera (Sevilla), que estuvieron interceptadas por orden judicial.
Abogados personados en la comparecencia informaron a Efe de que el juez leyó para sí la totalidad de las cartas –unas doce recibidas y tres enviadas por Miguel– y, tras constatar que contienen comunicaciones personales sin interés para la causa, se las entregó a su propietario sin notificar su contenido a las partes.
Aprovechando la comparecencia, el abogado del hermano mayor del presunto asesino, Francisco Javier D.M., pidió al juez que su cliente sea sometido a un polígrafo o máquina de la verdad para demostrar que no es cierta la imputación de que se quedó "limpiando restos y huellas" en el piso de la calle León XIII de Sevilla donde presuntamente se produjo el asesinato de Marta, el pasado 24 de enero.
Las fuentes dijeron a Efe que, al final de la comparecencia, el juez recordó a Miguel que "el cuerpo de Marta sigue sin aparecer en el vertedero" donde lo están buscando desde hace casi un mes, a lo que el imputado respondió: "Yo solo digo que la eché al contenedor".
En ese momento, la defensora de Miguel recordó al juez que la comparecencia de este viernes no era una nueva declaración y el acusado fue trasladado de regreso a la cárcel, donde permanece desde su detención el 14 de febrero pasado.
La interceptación de la correspondencia de Miguel estuvo vigente durante un mes y es una de las partes que ha estado bajo secreto sumarial, junto a otras actuaciones que lo siguen estando y cuyo contenido solo conoce el juez y el fiscal.
Entre las cartas devueltas este viernes se encuentra la que Miguel C.D. dirigió a su abogada y que dejó en su celda el pasado 26 de marzo, cuando intentó suicidarse con el cordón de un chándal, informaron las fuentes.
Junto a la prueba del polígrafo, el abogado de Francisco Javier D.M. solicitó al juez dos careos: uno entre los dos hermanos imputados y otro entre su cliente y el menor Javier G.M., de 15 años, el único de los cinco acusados que le situó, en su primera declaración judicial, en el escenario del crimen de Marta como encargado de limpiar las manchas de sangre.
Posteriormente, sin embargo, el menor se desdijo de esta imputación, mientras que Miguel C.D. negó en todo momento que su hermano mayor estuviese en el piso donde se cometió el crimen o que tuviese conocimiento de él.
El asesino confeso de Marta del Castillo ratifica la versión del vertedero
Miguel C.D., el asesino confeso de Marta del Castillo, ratificó este viernes al juez que arrojó el cuerpo de la joven a un contenedor de basura, durante la comparecencia en la que recibió las quince cartas que le han sido interceptadas en la cárcel por orden judicial.
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