El secretario general del PSOE-A y presidente de la Junta de Andalucía se ha negado a adoptar ninguna decisión que afecte al futuro político del imputado. De hecho, lo ha defendido diciendo que no tomará decisión alguna hasta que no haya "una imputación en firme", como si la imputación actual fuera una "imputación en falso". Además, el presidente del PSOE de Sevilla, José Antonio Viera, apoya a Antonio Rivas al que le ha reservado incluso algún puesto de responsabilidad en la Junta cuando la Justicia se pronuncie a su favor.
Sin embargo, la argumentación aportada para aceptar la dimisión de Rivas contradice la retórica defensiva de este imputado. Por una parte, se dice que Rivas ha adoptado la decisión de dimitir de su cargo en la Junta sin presión alguna por parte del PSOE andaluz sino porque el interesado ha considerado que le hacía daño a su partido y para evitar que el PP siguiera haciendo daño al socialismo andaluz con su caso. Es la misma explicación que ha dado el propio Antonio Rivas.
Esa línea argumental se contrapone sin embargo al hecho destacado de que aunque abandone la Junta, siga en sus puestos dentro del organigrama del PSOE de Sevilla puesto que, gracias a esta situación, el PP andaluz seguirá teniendo razones para seguir denunciando las dobles varas de medir de Pepe Griñán y su turbio comportamiento en este caso de corrupción que ha permitido desmantelar casi completamente la Consejería de Empleo, de la que han cesado tanto el Consejero como el viceconsejero ejercientes cuando estalló el caso.
Recuérdese que sólo hace una semana de la remodelación emprendida por Pepe Griñán en la Junta de Andalucía, remodelación que hubiera sido el momento procesal oportuno para producir el cese de Rivas al frente de la delegación sevillana de Empleo de la Junta. Sin embargo, Griñán no lo hizo suscitando toda clase de sospechas acerca de cuál era el poder de Rivas para que ni siquiera el nuevo líder del PSOE pudiera con él.
La Junta nombró a veinte nuevos cargos, pero dejó en el suyo a Rivas, imputado en un caso escandaloso donde las comisiones ilegales y los cohechos eran evidentes, con cintas magnetofónicas de por medio. La número 2 de Griñán, Mar Moreno, diciendo que se le había mantenido en el cargo tras la remodelación por la "fragilidad" de las pruebas que le imputaban en el procedimiento, fragilidad que deducía de unas declaraciones de la jueza en el mismo sentido.
Un mes antes, en febrero el presidente José Antonio Griñán aseguró que si Rivas era imputado no se mantendría en el cargo. Pero llegó el matiz: como Rivas había recurrido su imputación, habría que esperar. “Si el auto de imputación se confirma, cosa que ni se ha confirmado ni rectificado porque aún no se ha resuelto, no podrá seguir como delegado”, señaló el presidente.
El PP ante el filón de Mercasevilla
Dado que Antonio Rivas, además de delegado de la Junta en Sevilla, es miembro de la Ejecutiva Provincial del PSOE de Sevilla y del Comité Director del PSOE andaluz, el PP tiene munición suficiente para continuar desgastando al adversario mientras siga en esos puestos. Eran conocidos los que dentro del PSOE ya admitían que sostener a Rivas en el cargo era favorecer al PP a pesar de que insistieran en el caso Matas o el caso Gürtel. El desmarque de la consejera de Presidencia, Mar Moreno, acerca de si el PSOE estaba pagando a Rivas la defensa, una de las más caras de los imputados dado que el letrado que le asiste, Paco Baena Bocanegra, que se automoteja como "el abogado de los que están en la UVI", es de los caros carísimos de Andalucía. La dimisión ayer de Bárcenas y Merino y su salida del PP no dejaba sitio para más piruetas oratorias y dejaba a Rivas y al PSOE andaluz con las posaderas al aire.
Por ello, no es de extrañar que el secretario general del PP-A, Antonio Sanz, acusara a la Junta de ser cómplice de la presunta "mancha de corrupción en Mercasevilla” y, una “desvergüenza política” que el presidente de la Junta, José Antonio Griñán se atreviera a pedir explicaciones al presidente del PP-A, Javier Arenas, por casos como el de Gürtel, mientras que mantenía como alto cargo de la Junta y miembro del Comité Director del PSOE-A al delegado de Empleo en Sevilla, que está imputado por el caso Mercasevilla". El número dos del PP andaluz pidió a Griñán coherencia y que antes de pedir explicaciones a los demás, “explique a los andaluces que tapa la corrupción y que apoya a altos cargos imputados en su Gobierno”.