Nada menos que el 68 por ciento del presupuesto de las consejerías van a parar a entes, entidades, empresas y agencias, ajenas al proceder administrativo ordinario, pero que son férrea e impunemente gestionadas por el gobierno de José Antonio Griñán. Esto es, 2 de cada tres euros del presupuesto de los andaluces para las consejerías va a parar a estos entes tenebrosos donde no hay méritos ni capacidades públicamente contrastados que valgan.
De los 27.000 millones de euros que se destinan a las Consejerías, más de 19.000 van destinados a esta tipo de entidades sin control.
Además, el análisis del presupuesto elaborado por la Asociación ‘Defiendo mi derecho y la gestión pública’ muestra la arbitrariedad de los criterios que rigen el presupuesto de la Junta. Así, por ejemplo, entre los colectivos más beneficiados por el reparto de fondos públicos destaca la Fundación Barenboim-Said, que este año va a recibir 2.400.000 euros, en plena crisis económica. La fundación impulsada por el músico, amigo personal de Manuel Chaves, recibirá casi cuatro veces más que los juzgados de paz andaluces. Como se sabe, Sonsoles Espinosa, la mujer del presidente Zapatero, participa en ella sin que se sepa bien por qué, aunque se supone que no es por calidad artística en la especialidad de canto.
De esas cuentas se desprende que en los juzgados de paz, en todos los de Andalucía, de los que decía el Defensor del Pueblo que "constituyen una "zona de sombra" en el panorama judicial del Estado, por la precariedad de medios con que cuentan, en gran parte ocasionada por el defectuoso y anticuado régimen jurídico que los regula y la ambigüedad de su ubicación orgánica, dependiente al mismo tiempo de varias Administraciones Públicas", se invertirán sólo unos 708.000 euros, menos de la tercera parte que lo que se gastará en la Fundación Baremboim-Said.
Más modesta aún es la subvención que llega a la Asociación Andaluza Víctimas del Terrorismo, que ingresará 80.000 euros. En cambio, la Junta hace un esfuerzo económico mucho mayor con las víctimas de la dictadura, a las que va a destinar casi un millón de euros, 949.107 euros. No obstante, la cifra es todavía mucho menos de la mitad de lo que recibe la Fundación de Barenboim.
Entre las empresas públicas más beneficiadas por la Junta destaca Egmasa, que depende de la Consejería de Medio Ambiente. A través de transferencias corrientes y de capital ingresará unos 167 millones de euros. Egmasa es la empresa que realizó obras en varios institutos andaluces antes de las elecciones autonómicas el año 2000, a un coste superior al del mercado y sin atender las prioridades de los centros.
Esta empresa va a ser una de las primeras de la Junta de Andalucía que se verá afectadas por el polémico decreto que reordena el sector público, y que ha provocado un hondo malestar en la función pública,
que teme que la Junta va a hacer «fijos» a unos 20.000 trabajadores de la administración paralela que no han pasado por ninguna oposición.
El cuadro con que El Mundo recoge estos datos de "Defiendo mi derecho" no deja lugar a dudas: