Representantes navarros de Batasuna-ETA y Eusko Alkartasuna se reunieron este jueves en Pamplona, en la sede política de la segunda, para seguir trabajando en la confluencia electoral en la que trabajan ambas formaciones políticas desde hace meses, lo que se ha conocido popularmente como el Polo Soberanista.
Un pacto que, como adelantase hace unas semanas el que fuera único representante de EA en la Cámara vasca hasta su dimisión por cuestiones de salud, Jesús María Larralde, tanto el brazo político de ETA como la escisión del PNV que fundara como partido el ex lehendakari Carlos Garaikoetxea tienen intención de sellar antes del verano.
Pese a todo, sigue sin desvelarle las incógnitas sobre qué supondrá esa confluencia política en torno al Polo Soberanista, si será formando tanto EA como Batasuna una coalición de partidos o si ambas formaciones registrarán un nuevo partido. Otra opción que podrían materializar sería la de utilizar la marca Independentistak, que ambas formaciones apadrinaron, y bajo cuya marca celebraron de forma conjunta el pasado Aberri Eguna o día de la patria vasca.
Precisamente, la reunión de este jueves servía para intentar cerrar las heridas abiertas entre los independentistas y proetarras después de que Eusko Alkartasuna firmase hace unas semanas de forma unilateral un acuerdo electoral con Aralar (escisión de Batasuna-ETA liderada por Patxi Zabaleta) para reeditar la coalición secesionista Nafarroa Bai que tan buenos resultados consiguió en las últimas elecciones autonómicas, al igualar en número de escaños al PSOE navarro.
Esta reedición de la coalición parecía dar un portazo a unas posibles listas conjuntas EA-Batasuna en los comicios municipales y autonómicos de mayo de 2011, aunque deja abiertas todavía varias posibilidades: que Batasuna haga listas conjuntas con los componentes actuales de Na-Bai, que Batasuna haga listas conjuntas con Na-Bai saliéndose de la coalición el PNV, o que, como algunas voces indican, el Polo Soberanista no cristalice todavía –en las elecciones de mayo– en una única lista electoral y el brazo político de ETA cree su propia franquicia electoral para estos comicios.
Tras el encuentro, EA y los batasunos emitieron un comunicado de prensa conjunto en el que coinciden en que "se deben alcanzar consensos amplios sobre el modelo de cambio político y social" en la comunidad navarra y reclaman "amplios consensos" en torno al modelo de cambio, que consideran que "es imprescindible abordar un debate sobre su contenido, con el fin de responder mejor a las necesidades y a la voluntad de la ciudadanía".
Del mismo modo, señalaron que "todos los agentes sociales, sindicales y políticos que durante estos años hemos defendido la necesidad de una Navarra diferente nos encontramos ante una responsabilidad histórica. Tenemos que estar a la altura del momento político. Porque el cambio político en Navarra no sólo es necesario, es posible. La confluencia de diversos factores reafirman esta apuesta por un cambio de modelo en Navarra y en el conjunto de Euskal Herria", concluyeron.
La unión con Batasuna-ETA ha sido uno de los objetivos políticos de Eusko Alkartasuna desde hace más de una década, aunque siempre bajo la perspectiva de que la formación que fundara Carlos Garaikoetxea y que actualmente dirige Pello Urízar no sólo no iba a perder la influencia que le llevó a tener casi una decena de parlamentarios en la Cámara de Vitoria y varios consejerías del Gobierno vasco, sino que al absorber a los batasunos iban a poder, incluso, disputar el liderazgo electoral del nacionalismo al mismísimo PNV.