Primer choque de titanes en la campaña electoral. En el mismo escenario -la ciudad de Tarragona- y a parecida hora, Mariano Rajoy y el 'superministro' Rubalcaba pedían el voto por sus candidatos con discursos en nada parecidos. El primero ni mencionaba al segundo y sacaba pecho ante su primer baño de masas en tierras catalanas mientras el vicepresidente hacía del insulto su principal herramienta de ataque.
“Creo que es el acto más importante al que he asistido nunca en Tarragona, es un acto masivo. Eso es que vamos bien y vamos a ir cada día mejor. Vuestro acto aquí tiene sentido, es como si llenáramos el depósito de gasolina”, sentenció el presidente del PP, que llamó a “todos” a ayudar ante unos sondeos internos -que no el CIS- que auguran que serán la llave del cambio político.
En su intervención, largamente aplaudida, Rajoy también apostó por la libertad lingüística, utilizando como ejemplo a sus hijos, lo “más importante” de su vida. Precisamente, Alicia Sánchez Camacho también utilizó el 'gancho' de la familia del jefe para destacar su catalanismo.
“A Rajoy su familia le llaman 'el catalán” porque “es parte de Cataluña”, afirmó, recordando que estará en esta comunidad más de la mitad de la campaña. La candidata popular situó en las antípodas a Alfredo Pérez Rubalcaba, con billete de ida y vuelta con destino Madrid.
Rubalcaba: "Hoy anda por aquí el embozado"
Precisamente, el vicepresidente primero intervenía a pocos metros del acto del PP, y lo hacía para agitar el fantasma del miedo anti-catalán. “Hoy anda por aquí el embozado, que de repente se ha olvidado que España se rompía”, espetó, en relación a Rajoy, recordando determinadas campañas mediáticas del partido contra el Estatuto catalán.
Rubalcaba llegaba, incluso, a acusar al jefe de la oposición de “catalanofobia” y pedía al presidente de CiU, Artur Mas, que se retratara y dijera en voz alta si está dispuesto a pactar con los populares si tiene opción de hacerse con la Generalidad.
Lo peor de todo es que, una vez finalizado al acto, corría a la estación de AVE de Tarragona, y en el mismo tren se encontraba con Rajoy, que hace un stop en la campaña y no regresa a Cataluña hasta el próximo viernes.